Pasar al contenido principal

ES / EN

TLC transatlántico: una cuestión de alta seguridad
Lunes, Febrero 8, 2016 - 07:36

Washington y Bruselas accedieron a mostrar parte de los documentos del Tratado transatlántico de Libre Comercio (TTIP), pero solo en una sala que asemeja una celda de alta seguridad, como lo cuenta Klaus Ernst a DW. (Klaus Ernst es parlamentario del partido "La Izquierda" en el Bundestag).

-Desde el 1 de febrero, los diputados del Bundestag alemán pueden ver los documentos del Tratado transatlántico de Libre Comercio. Usted visitó la sala. ¿Qué piensa?

-Los diputados mismos tienen un acceso muy restringido a los documentos. No se puede entrar con celular y una persona está observando y controlando lo que se escribe todo el tiempo. Además, los textos están en inglés. Este es un problema, ya que se trata de textos especializados en lenguaje de derecho comercial, con los que incluso los traductores profesionales tienen dificultades y no tenemos el derecho ni siquiera a consultarlos. El tiempo está limitado a dos horas. Y tampoco podemos comentar sobre lo que leemos, porque todo está clasificado como “secreto”.

-Si no puede hablar de contenidos, ¿qué se puede decir de los documentos?

-No sabemos si esos son todos los textos sobre las negociaciones. Sobre arbitraje privado hay cantidades de textos. Me sorprendió lo avanzado de las negociaciones sobre este tema.

-La Comisión Europea y Estados Unidos sostienen que una mayor transparencia podría poner en peligro las negociaciones. ¿Para qué sirve conocer el estado de las negociaciones en curso?

-Este acuerdo comercial tendrá un impacto en todas las áreas de nuestra vida. Un ejemplo: las luces traseras de un auto en la UE y en Estados Unidos son distintas. Eso lo pueden considerar los estadounidenses como un “obstáculo al libre comercio”. El consenso se va a lograr por debajo de los estándares en Europa. Eso significa que las condiciones del trabajo en la Unión Europa pueden deteriorarse, así como la protección del medio ambiente y la protección de los consumidores. Hay que recordar los casos de los pollos lavados en cloruro y las carnes de animales manipulados genéticamente que podrían llegar a Europa. Todas estas cosas se negocian a espaldas de los ciudadanos.

Los países del Pacífico acaban de ratificar un TLC con los EE.UU. mientras las negociaciones sobre el TTIP no parecen avanzar.

-¿Cómo ve las posibilidades de un acuerdo?

-El riesgo que veo es que se llegue, en efecto, a una firma del TTIP, y este riego es grande. Está en las manos de los ciudadanos, los parlamentos y la prensa si quieren rechazar o no este tratado de libre comercio. Espero que todos unidos lo rechacemos y lo podamos evitar.

-O sea que, ¿la sala de lectura del TTIP no es más que una farsa?

-La sala de lectura es una idea simpática que se quiere presentar como presunto ejemplo de transparencia. Así lo perciben los ciudadanos comunes y corrientes que no tienen acceso a dicha sala. Las condiciones allí son la de una celda de alta seguridad. Sólo puedo decir que me siento obstaculizado en el ejercicio de mi libre mandato. Estamos sondeando la posibilidad de tomar pasos legales en contra.

Autores

Deutsche Welle