El presidente de Ecuador explicó que se irán retirando “los subsidios a las industrias, a grandes empresas, asimismo ecopaís y extra, tenemos que hacer segmentado, pero simultáneo al mejoramiento de la eficiencia del sistema energético”.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, señaló que se mantendrán los subsidios al gas de consumo doméstico y al diésel, pero se irán desmantelando poco a poco los demás.

En una entrevista con el canal Ecuavisa, la mañana de este 30 de enero, señaló que este tema está en análisis.

“No se toca el subsidio al gas, no se toca el subsidio al diésel. La única manera de hacer sostenible la eliminación de los subsidios en el tiempo sin transmitirle todo el costo adicional al consumidor es con mayor eficiencia. ¿Y a qué me refiero con mayor eficiencia? A una red eléctrica que funcione mejor, un sistema de refinamiento nacional en el que podamos refinar diésel y spray oil, que ahora no se hace”, señaló Noboa.

El presidente explicó que se irán retirando “los subsidios a las industrias, a grandes empresas, asimismo ecopaís y extra, tenemos que hacer segmentado, pero simultáneo al mejoramiento de la eficiencia del sistema energético”.

Respecto al mejoramiento del refinamiento nacional, Noboa dijo que ya están conversando con inversionistas internacionales interesados en poner dinero en refinerías, pero para procesar productos que se puedan consumir en Ecuador. Porque “parece un absurdo, pero nosotros refinamos productos que ni siquiera cumplen con nuestras medidas ambientales... de esa forma vamos a reducir la importación de crudo que se presta para las comisiones”.

Asimismo, dijo que los subsidios no se pueden eliminar de una sola vez sino que esto se haría conforme mejore la eficiencia en estos sectores.

En ese sentido, reveló que hay ya conversaciones para maquilar el petróleo ecuatoriano en refinerías internacionales y así bajar el costo de los combustibles.

Noboa indicó que este plan arrancaría en el segundo semestre del año.

Los subsidios a los combustibles importados y al GLP (gas licuado de petróleo) representan alrededor de US$ 2.500 millones al año, según reportes del Banco Central de Ecuador.