Las autoridades no han brindado cifras oficiales de las pérdidas económicas, pero se tiene claro que en suma son cuantiosas y que tienen impacto en el empleo rural, coinciden representantes del sector agrícola.
La agricultura guatemalteca está bajo el azote de las plagas. Los cultivos más afectados son el café, la papa, pero también figuran maíz, tomate y cardamomo.
Las autoridades no han brindado cifras oficiales de las pérdidas económicas, pero se tiene claro que en suma son cuantiosas y que tienen impacto en el empleo rural, coinciden representantes del sector agrícola.
Solo en el rubro cafetero el hongo de la roya podría causar la debacle de unos 71,257 empleos en la cosecha inmediata de 2012-2013, según estadísticas de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), informó el periódico guatemalteco Siglo XXI.
El panorama para 2013-2014 es aún peor, ya que la pérdida de trabajos podría significar unos 185.400 puestos.
Los hongos no solo ceban con el café, sino también suelen hacerlo con el maíz con la denominada mancha de asfalto
La preocupación es que este hongo se está extendiendo. Antes solo se reproducía en cultivos de climas fríos, pero ahora ya ha llegado a lugares cálidos.
El Ministerio de Agricultura confirmó que existen unas 800 hectáreas afectadas en Petén por el hongo.
La mejor temporada del maíz se siembra entre los meses de mayo y junio y se cosecha entre septiembre y noviembre.
Por otro lado, la pesadilla de la papa guatemalteca es la pulga saltona, una insecto que crea la bacteria paratrioza, que causa manchas en el tubérculo. La mitad de las 6,000 hectáreas cultivadas de papa a la fecha están afectadas.
“La papa crea anualmente 3.6 millones de puestos de trabajo y genera 792 millones de quetzales (unos $101.5 millones)”, dijo Ángel Arango, representante titular de la cadena alimentaria de la papa, al mencionado rotativo.
El impacto de la crisis de la papa se siente con más fuerza en los departamentos de la zona occidental del país, sobre todo Quetzaltenango, Huehuetenango y San Marcos. Se estima que el número de empleos podría reducirse a la mitad.
“Corren riesgo varios millones de jornaleros debido a que normalmente se emplean unas seis personas por manzana y con este declive, se podría reducir hasta un 50%, para utilizar entre 3 y 2 personas”, estimó Arango.
La Federación de Cooperativa de las Verapaces (Fedecovera) en la actualidad emprende un estudio para verificar el impacto de las plagas en los cultivos de cardamomo, café, pimienta, hortalizas y estudios en bosques y plantaciones.
A juicio de Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, CIEN, la solución del problema para por contar un diagnóstico del impacto macroeconómico del impacto de las plagas en la agricultura, más que solo ejecutar programas como entrega de fertilizantes.
Élmer López, ministro de Agricultura, afirmó que su cartera ya trabaja en la elaboración de un estudio para cuantificar las pérdidas financieras y el volumen de las cosechas afectadas por las plagas.
