En algunos las precipitaciones están empezando a romper algunos granos, que también se hinchan demasiado y entonces se produce una dilución de la concentración de todas las características de la uva.

Las recientes precipitaciones, si bien eran muy anheladas y fueron muy útiles en la mayoría de los rubros del sector agropecuario, generaron algunos perjuicios en la vitivinicultura y pueden crear un daño relevante si persisten, informó el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), José Lez.

En este sector de la producción nacional “las lluvias no nos están favoreciendo, nos están pegando un poquito, pues no era lo previsto a esta altura”, lamentó.

Lez señaló que en algunos viñedos las lluvias están empezando a romper algunos granos, que también se hinchan demasiado y entonces se produce una dilución de la concentración de todas las características de la uva.

El presidente del Centro de Viticultores del Uruguay (CVU), Aramir Silva, declaró que “esto de llover y parar y volver a llover hace que en el viñedo haya demasiada humedad, que las uvas tengan un proceso de muchas horas con las hojas mojadas, y eso puede complicar la calidad de la uva y consecuentemente la calidad del vino”.

“Si llueve y levanta viento y hay algo de fresco se arregla, pero si llueve y se levanta vapor de la tierra y se genera una atmósfera pesada como ahora puede aparecer botritis (un hongo que puede pudrir el fruto)”, advirtió.

Silva admitió que “los granos crecen más de lo debido y allí hay un problema de calidad porque el contenido de azúcar se diluye”.

En ese marco, Lez comentó que las uvas de las variedades blancas han podido zafar en gran parte a esta adversidad porque la cosecha avanzó en forma importante en función de su ciclo productivo.

Ya está casi todo procesado, por ejemplo en el caso del Sauvignon, y todavía se realiza, pero ya en el tramo final, la cosecha del Chardonnay.

“El partido más complicado se juega ahora en las tintas”, variedades en las que todavía la vendimia no se ha iniciado para las denominadas “uvas de nivel”.

Sí llegó al mercado la uva que se recoge temprano, incluso en enero, y se consume como fruta, por ejemplo.

En relación a la sanidad de la fruta que permanece en las plantas, comentó que “la cosa viene bien, pero estamos pendientes de que esto de las lluvias no se enloquezca y haya un caos que perjudique plenamente la calidad”.

“Los viñedos, de acuerdo a los últimos informes, están bien, pero igual nos mantenemos muy expectantes”, expresó Lez.

La vendimia de 2012, según se estima y aunque viene un poco “acelerada” en función del estado del tiempo en estas semanas, se extenderá hasta fines de marzo o incluso hasta los primeros días de abril.

Se estima que este año se van a cosechar 140 millones de kilos de uva lo que, aproximadamente, permitiría la vinificación de 110 millones de litros.