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Experiencia regional: hacia la cobertura universal previsional
Mar, 15/10/2013 - 20:10

Mariano Bosch

Menos informalidad laboral: historias del palo y la zanahoria
Mariano Bosch

Mariano Bosch es especialista senior en la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Desde sus inicios en el Banco en el 2011, Mariano ha liderado proyectos de investigación en área de mercados laborales, pensiones y políticas de bienestar. Antes de unirse al Banco, Mariano trabajó como consultor en el Banco Mundial y como profesor en la Universidad de Alicante. Mariano ha publicado diversos artículos en el área de mercados laborales y desarrollo en revistas de reconocido prestigio como American Journal: Applied Economics, Journal of Development Economics, World Bank Economic Review and Labor Economics. Mariano posee un doctorado en Economía otorgado por la London School of Economics.

Existen dos maneras básicas de incrementar la cobertura previsional, cada una con sus ventajas y sus inconvenientes: Una implica otorgar pensiones a quienes alcanzan la edad jubilatoria sin protección social. La otra busca que las personas actualmente en el mercado de trabajo ahorren para su futuro.

Encontrar el equilibrio entre ambas es el desafío que deberán resolver los países de América Latina y el Caribe y, por ello, no es mala idea analizar las experiencias conocidas, tal y como propone el libro Mejores pensiones, mejores trabajos, que se presentará dentro de pocas horas.

Países como Argentina, Brasil, Bolivia y Chile, por ejemplo, demuestran que las pensiones no contributivas han sido extremadamente eficaces en brindar cobertura a los adultos mayores que no cuentan con protección social y, probablemente, son la única herramienta que permite cubrir a aquellos que se jubilarán en las próximas décadas y han trabajado de manera informal la mayor parte de su vida. Inconveniente: podrían afectar a la decisión de participar en el mercado de trabajo, de cotizar en los sistemas contributivos y pueden ser insostenibles fiscalmente si no se actualizan con prudencia.

Además, las pensiones no contributivas son solo parte de la solución, ya que no puedan asegurar que las personas, en particular las de clase media, puedan mantener su nivel de vida durante la vejez. Para ello es necesario incrementar el ahorro previsional (más cotizantes, mayor frecuencia de sus aportes). La reducción de los costes de la seguridad social de Chile y Costa Rica, por ejemplo, parece ser eficaz para generar trabajo formal. Inconveniente: si se focalizan en determinados grupos, como empresas pequeñas o cuenta propia,  podría desincentivar a las empresas a crecer, o fomentar el trabajo por cuenta propia frente al asalariado, afectando a la productividad.

La literatura especializada también sugiere que el incremento de la formalidad requiere una mayor fiscalización y una mejora en la valoración del hecho de estar en regla, como la reducción de los costos en el trabajo formal que Colombia incluyó en su reciente reforma tributaria. Inconveniente: se pueden destruir trabajos que, por su baja productividad o porque se desestiman los beneficios de la seguridad social, no pueden sobrevivir a la regularización.

Por último, las innovaciones en la manera en la que el Estado se relaciona con los ciudadanos tienen el potencial de convertirse en una política de bajo coste para expandir la cobertura previsional: las experiencias a pequeña escala en Perú y Bolivia sugieren que el envío de recordatorios a través de mensajes de texto o cartas puede ser un mecanismo eficaz y barato para estimular el ahorro.

En todo caso, es imposible establecer una política única que sea capaz de corregir todos los problemas de cobertura que se encuentran en las muy diversas realidades de la región. Las soluciones van a surgir con los avances en las distintas dimensiones y, dado que los países se encuentran en puntos de partida muy diversos, el énfasis en una determinada dimensión dependerá de las dificultades concretas de cada uno.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Factor Trabajo, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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