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Elecciones en Chile: la incertidumbre de los escenarios
Dom, 17/11/2013 - 20:59

Álvaro Bellolio

Municipales, voto voluntario y jóvenes
Álvaro Bellolio

Alvaro Bellolio es Coordinador  del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo desde diciembre de 2010. Es Ingeniero civil industrial de la Universidad Católica, con mención en Tecnologías de la Información. Anteriormente se desempeñaba en la Secretaría General de la Presidencia, como asesor  de la División de Coordinación Interministerial, en temas de gestión programática, procesos, tecnologías y políticas públicas.

Este domingo 17 de noviembre nos encontramos con la primera elección presidencial, parlamentaria y de Consejeros Regionales desde la reforma que permitió el voto voluntario y la inscripción automática en Chile, aumentando la incertidumbre de los resultados, enfocados precisamente en la disparidad de las cifras en la última elección municipal y los datos de las distintas encuestas que han circulado. 

El principal cambio que genera el voto voluntario es que anteriormente el universo de votantes estaba definido, por lo cual la estrategia se basaba más en que el votante recordara al candidato. El enfoque hoy en día ha cambiado radicalmente. No sólo basta con hacer recordar a los votantes, sino también hay que convocar para que las personas acudan a las urnas convencidos y motivados por el candidato.

Los resultados históricos son bastante dispares. La centroderecha no llegaba al poder hace más de 50 años y el gobierno de Sebastián Piñera no ha estado alejado de circunstancias inusuales. Son ejemplos la reconstrucción después del terremoto del 27 de febrero del año 2010, la movilización por temas medioambientales y educacionales, donde gran parte de sus líderes hoy son candidatos al Parlamento y simpatizantes con la antigua Concertación -que hoy incluye al Partido Comunista-, y con un sector el cual tuvo dificultades sustantivas para nombrar al candidato oficialista, después de la bajada del ganador de la primaria por motivos de salud, en una campaña inédita para un sector que se caracterizaba por definir al candidato a través de otros mecanismos.

Es esperable que la candidata de la oposición, la socialista y ex Presidenta, Michelle Bachelet, sea la primera mayoría en una elección bastante fraccionada -con más de 9 candidatos- y la candidata de continuidad del actual gobierno, Evelyn Matthei. Aún hay bastante incertidumbre en el posicionamiento del resto de los candidatos, aunque se espera que el candidato del Partido Progresista, Marco Enríquez Ominami y el independiente y neopopulista Franco Parisi peleen el tercer lugar.

Sobre la posibilidad de que una candidata alcance la victoria en primera vuelta, los diferentes escenarios son bastantes inciertos. El factor de la convocatoria juega un rol fundamental, debido a la intensidad de voto del votante de izquierda que apoya a Michelle Bachelet, con buenos resultados en las elecciones primarias y la votación del resto de los candidatos, donde se posicionan por temáticas específicas y personalidades más que por proyectos políticos. Un ejemplo de ello es la alta popularidad de la candidata socialista, pero el bajo apoyo a su pacto político que ahora incorpora los votos del partido comunista.

Con respecto al Parlamento, la norma ha sido al menos diez doblajes de la Concertación en los años 90. Esto disminuyó sustantivamente en el nuevo siglo, a excepción del año 2009, cuando no lograron un doblaje aunque hubo lugares en que la coalición de gobierno no obtuvo representación por la aparición de terceras fuerzas relevantes. Se espera que el peso de la historia tenga un factor y existan algunos doblajes, pero muy lejanos de los pronósticos apocalípticos que plantean operadores de la Concertación, tratando de establecer un ambiente electoral triunfalista que opaque la votación opositora y desligue la presión que tendrían de aclarar las amplias y ambiguas promesas que ha realizado su candidata, tratando de establecer una imagen de "holograma", donde los votantes ven reflejada en ella lo que quieren ver, donde los sectores más moderados encuentran paz social e institucionalidad y los sectores más extremos la posibilidad de iniciar cambios sustantivos y disruptivos.

Esta elección tiene variados aspectos a considerar, donde muestra la particularidad de las grandes brechas entre la elección presidencial -muy personalista-; la parlamentaria, más tradicional, y la primera vez para la elección de consejeros regionales, que son los encargados de decidir, entre otras cosas, el gasto de los fondos regionales para cada una de las 15 regiones del país. Esto ha significado un esfuerzo sustantivo para explicar sus roles, el sistema de elección y las propuestas concretas, aunque en este primer intento se ha hecho un mayor esfuerzo por clarificar los temas institucionales en uno de los mayores desafíos pendientes de la sociedad chilena.

Este domingo estará la ciudadanía, políticos y analistas expectantes. Mucho se ha comentado sobre la elección, hay altísimas expectativas de la oposición encabezadas por el personalismo de su candidata, Michelle Bachelet, con el desafío de continuidad de la centroderecha con la candidata de la Coalición, Evelyn Matthei, y de generar cambios en los discursos y prioridades por parte del resto de los candidatos, posicionarse a futuro y lograr permear culturalmente en los ciudadanos. Lo único claro, es que el voto voluntario si ha añadido incertidumbre a la elección, mayor competencia y mayor dificultad para generar pronósticos y escenarios desde los analistas.

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