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Los centrales y el banco silencioso
Mar, 31/12/2013 - 08:55

Juan Foxley Rioseco

Aussies y Loonies en los bancos centrales
Juan Foxley Rioseco

Juan Foxley Rioseco es Miembro del Panel de Expertos en Administración de Reservas Internacionales del Fondo Monetario Internacional. Ha participado en numerosas misiones de asistencia técnica a los bancos centrales de Bolivia, Camboya, Cabo Verde, Republica Dominicana, Guyana, Irán, Israel (WBGS), Ruanda, Seychelles, Sierra Leona, Islas Salomón, Vanuatu, Vietnam y Yemen. Se desempeñó como gerente de la División Internacional del Banco Central de Chile, responsable por la administración de las reservas internacionales. Fue Director Ejecutivo para bancos centrales y entidades soberanas de Latino América y el Caribe con BBVA; gerente, asesor y director de empresas en Chile. Graduado en University of Pennsylvania (M.A, Econometría, Finanzas), además es Ingeniero Comercial (Distinción Unánime) y Magister en Economía Monetaria y Fiscal, ambos en la Universidad de Chile.

Se le ha denominado el banco más silencioso más importante del mundo. El CLS (Continuous Linked Settlement) es en realidad un “banco de propósito más limitado que existe”, organizado como consorcio de 63 bancos internacionales, supervisado por la Reserva Federal de Nueva York, y cuyo propósito exclusivo es administrar un sistema de liquidación multimoneda para las transacciones de las principales divisas internacionales. 

Una posible razón del bajo perfil de CLS es que la adrenalina y la atención central del día a día están en los riesgos de mercado más que en los riesgos operacionales. Cuánto subió el dólar estadounidense respecto al euro. 

En cambio, menos se habla de los riesgos operacionales: por ejemplo, que una transacción de divisas se ejecute mal o falle, sea cual sea la razón que se esgrime. Cuando el banco alemán Herstatt quebró en 1974, dio lugar a efectos tan alarmantes en la cadena de pagos con divisas, que el riesgo de liquidación pasó a conocerse también con el nombre de ese mismo banco y empezó a tomarse con la consideración que se merece.

Hoy CLS protege buena parte de ese riesgo. CLS utiliza cuentas en los bancos centrales de los respectivos 17 países con monedas elegibles para liquidar en un solo intervalo horario las transacciones de moneda extranjera de las entidades que adscriban al sistema.

El mecanismo usado es de Pago contra Pago (PvP), neteándose las obligaciones entre las partes y proveyéndose el financiamiento para las proporciones faltantes, las que alcanzan a no más del 4% del total. Los bancos participantes no sólo ganan entonces en seguridad de los pagos, sino también en un manejo más eficiente de la liquidez. En último término, también el comercio internacional se hace más fluido.

US$2,3 trillones -(millón de millones)- se liquidan diariamente a través de CLS. Es un monto espectacular, pero equivalente solamente al 43% de las transacciones totales, de manera que hay aquí una tarea pendiente. 

La importancia de ampliar los mecanismos de protección para el riesgo Herstatt ha sido destacada por varias autoridades financieras. No es para menos si se observa que el mercado global de monedas es el más grande del mundo: 11 veces el volumen transado por dealers primarios en papeles del Tesoro de EE.UU. y aproximadamente 160 veces la transacción diaria de acciones listadas en la NYSE.

El Comité de Supervisión bancaria de Basilea, reunido al alero del BIS, hizo un reciente llamado de atención: “es crucial que los bancos y los reguladores continúen sus esfuerzos para reducir los riesgos de liquidación. En particular, éstos deben concentrarse en aumentar el número de monedas, productos y contrapartes elegibles para liquidaciones bajo arreglos PvP”

Hay dos formas inmediatas en que los bancos centrales pueden contribuir a desarrollar la recomendación citada:

En primer lugar, muchos bancos centrales no usan aún CLS como sistema de liquidación. Notable excepción es Nueva Zelanda, miembro pleno de CLS. También Colombia, Dinamarca, Hungría, Israel, Singapur y Sudáfrica. Llama la atención que el Banco de México no sea aún usuario de CLS. El peso mexicano es elegible para PVP desde 2008 y su liquidez figura en la octava mejor posición del mundo.

En segundo lugar, los bancos centrales de monedas de reconocida liquidez deberían ser más proactivos en preparar la legislación de sus países de manera de hacerse elegibles para ampliar el grupo de los 17. México ya lo hizo. En el evento que se presente alguna contingencia que impida a los bancos locales enviar órdenes de pago a favor de CLS o recibir pagos de éste, las entidades locales autorizan al banco central para cargar o abonar la referida respectiva cuenta.

La tarea sigue pendiente para los bancos centrales de países como China, Rusia, Turquía y Brasil. Nada impide que estos y otros países tengan a sus bancos centrales como usuarios de CLS para mitigar el riesgo operativo al que exponen día a día sus reservas internacionales.