Los hechos no toman por sorpresa pues recientemente el presidente Juan Manuel Santos había solicitado que se aplazara la audiencia, en virtud de que no tenía sentido realizarla en estos momentos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) inició este lunes su 150 periodo de audiencias públicas con asuntos sobre la mesa como la situación en Venezuela y las políticas sobre drogas. Las miradas del país, sin embargo, estaban en otro tema a tratar, la posibilidad de hacer un informe de fondo sobre las garantías a los derechos políticos en Colombia y sobre todo la destitución de Gustavo Petro.

Pese a esto Colombia decidió levantarse de la audiencia que prosiguió con la presencia únicamente de representantes del destituido alcalde y peticionarios, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Minga, y La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.

Los hechos no toman por sorpresa pues recientemente el presidente Juan Manuel Santos había solicitado que se aplazara la audiencia, en virtud de que no tenía sentido realizarla en estos momentos.

Después de que el pasado 9 de diciembre el procurador general, Alejandro Ordóñez, destituyera e inhabilitara por 15 años al exalcalde, la CIDH dictó medidas cautelares a Petro, las cuales no fueron acogidas por Santos argumentando que aún tiene instancias posibles dentro del ordenamiento jurídico colombiano y recordando que sólo se acoge los mandamientos internacionales cuando las instancias nacionales se han agotado.

Mientras tanto, el gobierno de Colombia tiene tres meses para enviar comentarios a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos antes de que ese organismo entre a valorar "a fondo" el caso de Petro, tal como ha indicado el secretario ejecutivo de la Comisión.