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¿Compraría usted un vehículo hecho en China?
Jue, 31/01/2013 - 22:11

Juan Carlos Ríos

China, una interesante plaza para las inversiones de América Latina
Juan Carlos Ríos

Juan Carlos Ríos es jefe de la Oficina de Representación Comercial del Grupo Intercorp en China.

Esa es la pregunta que muchos nos hacemos debido a la creciente presencia de automóviles y vehículos comerciales chinos que venimos observando en la mayoría de países latinoamericanos. Hoy en día, China es el principal productor y el más importante mercado mundial de vehículos. Se calcula que en 2012 se vendieron unos19 millones de unidades en dicho país. De esta cifra, cerca de 15 millones corresponderían a vehículos de uso personal (el resto son camiones, semitráileres, buses, entre otros).

De manera similar a lo experimentado por otros países asiáticos en los años sesenta y setenta, creemos que las marcas chinas, inicialmente desconocidas, irán penetrando en los diferentes mercados internacionales y, en función de su calidad, precio y servicio, se posicionarán gradualmente en diferentes segmentos de consumidores.  

Marcas de automóviles como Cherry, Geely, Great Wall, Jac, Lifan, BYD, entre otras, vienen ganando una importante participación en los mercados internacionales. En el caso de los vehículos comerciales, encontramos una creciente  presencia de marcas chinas como camiones Dongfeng, Beiqi, Jac, Sinotruck, BAW, Changan, Beiben y buses Jinbei, King Long, Higer y Ankai, por citar a los más representativos. El precio es el factor clave de su diferenciación.

En esta primera etapa, las marcas chinas han ingresado con fuerza en el sudeste asiático, Medio Oriente, África y la mayoría de los países latinoamericanos. En el Perú, por ejemplo, las marcas chinas han pasado de menos del 3% a cubrir casi 18% de participación del mercado en cuatro años. ¿Cuál es la perspectiva a futuro de la industria automotriz en China? En base a nuestra experiencia visitando fábricas y realizando negocios con diversas empresas del sector en ese país, consideramos que hay cuatro grandes tendencias en ese rubro: 

1.-La consolidación de la industria. En un negocio donde el volumen y la capacidad de producción son factores determinantes para lograr los costos  unitarios competitivos. Creemos que China se verá inmersa en un proceso de consolidación y fusiones en los próximos años. Actualmente existen demasiadas fábricas locales y muchas de ellas por debajo de su línea mínima de eficiencia operativa y rentabilidad.

2.-Mejora de la tecnología y de la calidad. Aun cuando los niveles de tecnología pueden diferir significativamente entre los diversos tipos de vehículos y entre los diferentes segmentos de mercado que se atienden, consideramos que en el caso de China resulta ineludible una mejora gradual y progresiva de la tecnología y de calidad. La urgencia que tienen las marcas chinas por ingresar a nuevos mercados, más exigentes y sofisticados, empujará a muchas empresas locales a invertir en nuevas tecnologías de producción. A la fecha, ya observamos algunas empresas chinas que destinan el 10% de sus ingresos por ventas a proyectos de investigación y desarrollo. China tiene una gran ventaja: ha desarrollado diversos clusters de la industria automotriz  y cuenta con una muy buena base de industria metalmecánica.  

3.-Sinceramiento de los costos. La escasez de mano de obra calificada, el incremento del salario real, la revaluación de la moneda y los altos precios de las materias primas están llevando a la mayoría de las fábricas locales a sincerar sus costos. La competencia entre las propias marcas chinas –y con sus pares de otros países asiáticos– irá sincerando los precios en la cadena de producción y venta.

4.-El consumidor como eje del crecimiento sostenido. En la medida en que más empresas chinas incorporen el concepto de ‘calidad’ y ‘servicio al consumidor’ en sus estrategias comerciales, creemos que irán ganando más participación en los mercados internacionales de manera sostenida. Lo que prima hoy en día es, esencialmente, lograr la meta anual de ventas. Es poco lo que hacen la mayoría de marcas chinas por posicionarse en la mente de los consumidores finales. Brindar buen servicio técnico y disponer oportunamente de repuestos son también factores claves en el negocio, y suponen un trabajo compartido entre el fabricante y el distribuidor en cada país. 

En conclusión, estamos frente a un gran proceso de transformación de la industria automotriz china, con grandes jugadores que ya incorporan conceptos de ‘mejora tecnológica’, ‘calidad’ y ‘servicio al consumidor final’, y otros que se irán acomodando, fusionando o desapareciendo en el camino. Hay segmentos de mercado en Latinoamérica en los que prima el precio, pero la evolución y el desarrollo de nuestros países nos empujarán a exigir una mayor calidad de los vehículos que compramos. Los consumidores tenemos la última palabra.

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