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Comunicaciones internas: el arte de contribuir a la armonía corporativa
Vie, 10/09/2010 - 11:18

Allan McCrea Steele

Todo lo que un CEO espera de las relaciones públicas
Allan McCrea Steele

CEO en Edelman Sudamérica, y anteriormente fue CEO en Aja Espil. Asimismo, se desempeñó como Director de Comunicaciones para América Latina de Ares-Serono Group, y como Gerente General de la Fundación Serono. Ha desarrollado e implementado programas de relaciones públicas para clientes como Bell Atlantic, Telecom, British Gas, Pepsi Cola, Esso, Banco de Santander, Böehringer Ingelheim, Johnson & Johnson y Oracle, entre otros. Es graduado en Relaciones Públicas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Dentro de toda organización, ya sea local o global, los empleados adhieren a una serie de estándares que permiten al negocio operar de un modo predecible, permitiendo que los públicos interesados confíen en la integridad y la viabilidad de la operación.

Sin embargo, a pesar de la creciente concientización en las empresas sobre la importancia de contar con un departamento especialmente dedicado a Recursos Humanos, aún existe reticencia por parte del senior management a establecer un estándar o disciplina de comunicación que establezca cómo la organización y su gente se comunican y se comprometen el uno con el otro.  

En este sentido, un estándar de comunicación es una serie de acciones con las que la empresa se compromete a cumplir con el objetivo de compartir conocimiento, establecer relaciones sólidas, crear comunidades y reforzar la identidad corporativa dentro de su staff.

Los estándares de comunicación bien desarrollados crean un “hábito” en la forma en que las personas reciben, escuchan, intercambian y asimilan la información. De esta manera, se fomenta la discusión, el diálogo y el debate para asegurar que todos estén informados y comprometidos con la estrategia y las operaciones de la compañía.

Cada empresa debería diseñar sus estándares en función de la propia cultura, las dinámicas de los grupos y el modelo de liderazgo vigente. En esta dirección, desarrollar un estándar o protocolo de comunicación bien documentado no sólo establece los parámetros por medio de los cuales las personas interactúan, sino que también resuelve uno de los desafíos más importantes que tienen las organizaciones: la implementación efectiva de la estrategia.

Sumado a esto, crear un protocolo que responda el qué, cómo y cuándo dar información pertinente a los empleados establece la filosofía de comunicaciones. El comportamiento resultante de los líderes, gerentes y empleados culmina en el “hábito” de mantener un ambiente abierto, transparente e interactivo. Si dicho “hábito” es conservado, se traduce en un “estilo de vida” o en una forma inherente de trabajar y crecer.

Cuanto mejor informados estén los individuos dentro de una organización, más confiables y capaces resultarán en su trabajo como profesionales.

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