La llegada de nuevos eventos masivos del retail como son el Día de la Madre y Cyber Day, suponen un aumento exponencial del tráfico en las plataformas y sitios web, así como de las distintas aplicaciones.
La pandemia instaló nuevos hábitos de compra y "la experiencia digital" hoy es la brújula para el diseño de diversas estrategias que buscan fidelizar a las audiencias.
La velocidad de carga, la rapidez en la conversión de ventas, el complemento de videos y galerías de imágenes, son las directrices del dinamismo del retail online. Así, la inversión en soporte tecnológico para garantizar la mejor experiencia de navegación, cotización y compra, es una acción impostergable.
Las tecnologías actuales juegan un papel crucial en la mejora de la experiencia del usuario digital online. Herramientas como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) permiten personalizar la experiencia del usuario mediante recomendaciones basadas en sus preferencias y comportamientos, todas ellas impulsan soluciones de observabilidad para comprender el journey y el customer behaviour, además de conectar esta información con diferentes entornos multicloud u on-premise.
Además, la hiper automatización de servicios, el uso de asistentes de plataforma de observabilidad de productos y plataformas digitales, combinada con agentes inteligentes y la realidad aumentada (AR) y virtual (VR), enriquecen la interacción del usuario.
Estas tecnologías ayudan a agilizar procesos, reducir tiempos de espera y ofrecer soluciones más adaptadas a las necesidades individuales.
La experiencia del usuario se ve impactada en varios aspectos claves. Entre ellas se incluyen: la usabilidad con la que los usuarios pueden navegar y utilizar una plataforma, la accesibilidad o la capacidad de la plataforma para ser utilizada por personas con diferentes habilidades, la personalización de contenidos y servicios a las preferencias individuales del usuario, la rapidez de carga y respuesta de la plataforma, así como la interacción o la capacidad de la plataforma para involucrar al usuario de manera dinámica.
Por su parte, la latencia de respuesta y compra es esencial en sectores como el retail y la banca, debido a la necesidad de ofrecer servicios rápidos y eficientes.
En el comercio, una baja latencia puede significar la diferencia entre una venta exitosa y una oportunidad perdida mediante un e-commerce o market place.
Este aspecto, indudablemente incide en la experiencia del usuario, influenciando su percepción de la eficiencia y confiabilidad de los servicios ofrecidos.
En rasgos generales, las recomendaciones para robustecer un sitio de ventas, incluyen soluciones de optimización para facilitar la navegación y carga, de escalabilidad para manejar alzar de tráfico que activen una mayor eficiencia de forma automática, de ciberseguridad, de respuesta multiplataforma desde cualquier dispositivo y navegador, de sistemas de atención al cliente 24/7, y de monitoreo en tiempo real, de modo de hacer ajustes necesarios durante el evento de alto tráfico.
La experiencia del usuario es un factor determinante en el éxito de cualquier plataforma digital. Según estudios, las empresas que invierten en mejorar la experiencia del usuario pueden aumentar sus tasas de conversión y fidelización de clientes significativamente.
Además, la implementación de tecnologías avanzadas y la optimización continua son claves para mantenerse competitivo en el mercado digital, de ahí la importancia de contar con un enfoque de observabilidad 360 grados, que integre a todos los stakeholders del negocio.