La sanción más cuantiosa de este 2023 es una de casi US$ 3 millones, impuesta a la empresa ferroviaria Rumo Malha Oest, del grupo Cosa, propiedad del empresario Rubens Ometto, uno de los más importantes financiadores de campañas electorales en 2022.
En los primeros cuatros meses del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) ha aumentado el número de sanciones contra las infracciones ambientales en casi un 90% más con respecto al mismo periodo del último año de Jair Bolsonaro.
En total, en estos primeros poco más de cinco meses, el Ibama ha impuesto 6.140 infracciones a personas físicas y jurídicas, lo que han supuesto un total de US$ 324 millones. Esto supone casi un 90% más con respecto al año anterior, cuando se emitieron cerca de 3.950 sanciones, que supusieron US$ 170 millones.
En el mismo lapso de tiempo de años atrás, las cifras han seguido siendo muy inferiores a las de estos primeros cuatro meses de gestión del Gobierno de Lula. En 2021, se impusieron multas por valor de US$ 111 millones y en 2019, US$ 188 millones.
La sanción más cuantiosa de este 2023 es una de US$ 3,1 millones impuesta a la empresa ferroviaria Rumo Malha Oest, del grupo Cosa, propiedad del empresario Rubens Ometto, uno de los más importantes financiadores de campañas electorales en 2022, detalla el diario 'O Globo'.
La tala de la Amazonia brasileña alcanzó sus cotas más altas de los últimos quince años en la administración de un Bolsonaro, al que se acusó de connivencia con los grandes ganaderos y agricultores responsables de esa deforestación.
En sus primeros tres años de mandato se deforestaron unos 34.000 kilómetros cuadrados de selva. Aquello provocó una condena unánime por parte de la comunidad internacional, que optó por suspender la financiación del Fondo Amazonía, mecanismo sufragado especialmente por Noruega y Alemania.
Coincidiendo con la llegada de Lula da Silva, Noruega informó de que volvía a funcionar este fondo, que además contará ahora también con financiación de Reino Unido, tal y como se lo hizo saber su primer ministro, Rishi Sunak, al presidente brasileño en su visita a Londres para asistir a la coronación de Carlos III