Pasar al contenido principal

ES / EN

Repensando la planificación urbana integral en Managua
Lun, 04/11/2013 - 20:50

Roland Krebs

Jamaica: la dimensión urbana del centro de Montego Bay
Roland Krebs

Roland Krebs es Planificador Urbano/Urbanista de Viena, Austria, con experiencia en planificación, diseño y desarrollo urbano. Finalizó la maestría en planificación en la Universidad de Tecnología de Viena (UTV) en 2001; en 2007, realizó una Maestría en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de Belgrano (UB) en Buenos Aires/Argentina. Es especialista en diseño de proyectos urbanos integrados, estrategias participativas y gerencia de proyectos en Centroamérica y Europa. Hasta junio de 2013 Roland lideró el equipo para el desarrollo urbano de la nueva estación central de Viena, un proyecto de uso mixto (comercial y residencial) de aproximadamente 110 hectáreas de extensión con más de 20.000 puestos de trabajo y alrededor de 7.000 viviendas. Como docente en el Departamento de Diseño Urbano en la Universidad de Tecnología de Viena se desarrolló un programa llamado “Urban Managua” con el objetivo de crear un curriculum para una nueva carrea de urbanismo y generar nuevas estrategias para el desarrollo urbano en el área central de Managua/Nicaragua.

Tanto en Managua como en otras ciudades latinoamericanas que forman parte de nuestra red de Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), el rápido crecimiento poblacional y su manejo en el contexto de la planificación urbana, son unos de los retos más importantes en cuanto al desarrollo urbano. En Managua se trata específicamente de cómo gestionar la elevada tasa de crecimiento junto con la formación de asentamientos informales. La ciudad cuenta con un sistema de planificación y plan de ordenamiento territorial; sin embargo, la Alcaldía carecía de los instrumentos adecuados para combatir la severa pobreza e informalidad urbana.

Con el motivo de responder a este desafío, el 25, 26 y 27 de septiembre de 2013, se llevó a cabo el primer Simposio de Estudios en Desarrollo Urbano Integrado -realizado por el proyecto Urban Managua en la Universidad Centroamericana (UCA) y financiado por el gobierno de Austria. Alrededor de 250 personas asistieron donde 20 expertos proviniendo de cinco países latinoamericanos presentaron sobre los retos de la informalidad urbana y estrategias para un desarrollo urbano más integral. A continuación, comparto dos casos particulares de dichos procesos en práctica, en las ciudades de Buenos Aires, Argentina y Medellín, Colombia.

Los Pinos, Buenos Aires

La visión del proyecto de urbanización del asentamiento informal Los Pinos, en Buenos Aires, era elaborar estrategias para manejar el mejoramiento y valoración de las edificaciones existentes en la zona. Alicia Gerscovich de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires explicó como alrededor de 2.000 habitantes de Los Pinos participaron en el proceso de urbanización de este barrio. Se crearon mesas de planeamiento participativo, a las que asistieron legisladores, dos representantes de cada manzana del barrio y un equipo técnico profesional interdisciplinario de la Universidad. En estas sesiones, los participantes desarrollaron soluciones multisectoriales a través de la elaboración de un plan integral de reurbanización del barrio; contemplando la regularización de viviendas y la provisión de servicios básicos como agua y recolección de basura, entre otros.

Proyectos Urbanos Integrales, Medellín

Juliana Portillo Rubio, especialista en gestión de proyectos urbanos,   disertó sobre la metodología de los Proyectos Urbanos Integrales  (PUI)  en Medellín, que busca mejorar la situación de los  asentamientos  informales que surgió en los años noventa, una época  difícil para la  ciudad. La visión general para el proyecto era la  compactación de la  ciudad: logrando un crecimiento urbano más  controlado,  mejoramiento de los barrios y renovación urbana de la  ciudad. A  través de un diagnóstico compartido, basado en  recorridos por los  barrios, talleres, asambleas comunitarias,  levantamientos  arquitectónicos y la creación de una comité de  vivienda, se logró una planificación urbana integral. Se inició un  programa de reconstrucción de viviendas, reemplazando cada ocho  lotes con edificios multifamiliares para estas poblaciones. Con este  proceso participativo, se construyeron 118 viviendas colectivas en total, todas administradas con un reglamento de propiedad horizontal.

Si bien son modelos diferentes, todas las buenas prácticas que vimos en el simposio tienen un factor en común: el reconocimiento de la necesidad de planificación urbana integral, que no se limite a simplemente crear una visión de desarrollo sostenible, sino que además contenga instrumentos operativos y normativas claras y transparentes. Estos permiten guiar a los gobiernos locales en el manejo de los intereses de los diferentes miembros de la ciudad, manteniendo un equilibrio y garantizando un crecimiento urbano equitativo y sostenible. Como expresó Gerscovich, no se puede reducir la solución del problema de vivienda a construir casas, sino a construir ciudadanos con derechos urbanos y sociales.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Autores