oro
Las exportaciones de cobre representaron el 51%, mientras que el oro y el hierro, el 31% y 5% respectivamente.
El país es el mayor productor de oro en Latinoamérica y no solo se enfrenta a desafíos como la etapa de cierre de grandes yacimientos y la falta de nuevos proyectos, sino también a la tramitología y amenazas de la minería ilegal. El timing es valioso, tomando en cuenta que el metal viene registrando precios al alza.
La construcción de la mina Salares Norte, valorada en US$ 1.000 millones, comenzó en 2020 y la producción se esperaba inicialmente para principios de 2023. Sin embargo, la mina ha incumplido varios objetivos debido a los retrasos causados por el COVID-19 y el mal tiempo.
Según el Boletín Estadístico Minero, los minerales como cobre, oro, zinc y plomo constituyen el 88,1% de estas exportaciones y el 57,8% de las exportaciones nacionales.
El mapa del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) identificó ocho proyectos en Apurímac por US$ 18.000 millones.
El 6 de diciembre, un reporte del Banco Central de Bolivia señaló que las RIN cayeron hasta el 31 agosto a US$ 2.147 millones, lo que representa el nivel más bajo en los últimos 17 años.
AngloGold Ashanti recibirá un pago en efectivo de US$ 5.080 en la fecha de cierre de la transacción propuesta. El saldo dependerá de los hitos de construcción y producción que alcance el proyecto.
La empresa también mantuvo sus previsiones de producción de oro y cobre para todo el año, afirmando que se espera que la producción del segundo semestre supere a la del primero, impulsada por los mejores resultados del complejo de Carlin, en Nevada, Estados Unidos, la mina de oro de Kibali, en la República Democrática del Congo, y la mina de cobre de Lumwana, Zambia.
Los análisis de ambas firmas indican que existe un potencial de exploración interesante para descubrir yacimientos de ese metal en la zona.
El gobierno venezolano podría estar preparando otra demanda para recuperar el oro.
Durante años, el país disfrutó de una de las tasas de crecimiento más altas de Sudamérica, apoyado por el auge de la demanda por recursos naturales, principalmente el gas natural, que ayudó al Gobierno de izquierda del exmandatario Evo Morales a financiar programas sociales y reducir la pobreza.
