

En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural y el Día Mundial de la Alimentación – celebrados el 15 y 16 de octubre, respectivamente – PepsiCo reconoce los retos a los que se enfrenta América Latina. La región produce alimentos para satisfacer las necesidades de uno de cada seis habitantes del planeta. No obstante, más de 56 millones de personas pasan hambre – 10 millones de ellas son niños menores de cinco años – y más de 130 millones no se alimenta correctamente.
Para hacer frente a esta situación, PepsiCo anunció hace dos años su objetivo de mejorar el sustento de más de 250 mil personas en su cadena de valor agrícola, con un foco en las mujeres rurales. Esta meta forma parte de la transformación sostenible de punta a punto de su negocio, PepsiCo Positive.

Las mujeres son un actor clave en los sistemas alimentarios de todo el mundo. En países en desarrollo, representan más del de la fuerza laboral agrícola. De ellas depende la subsistencia económica de familias y comunidades enteras, pero también la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo. Además, el trabajo que realizan puede contribuir de manera decisiva a hacer frente a los efectos del cambio climático. “Las mujeres son rápidas catalizadoras de cambios – cambios que necesitamos implementar aceleradamente – y es nuestra responsabilidad hacer de la agricultura el punto de partida del desarrollo inclusivo y sostenible que queremos impulsar en América Latina,” comentó Paula Santilli, CEO de PepsiCo Latinoamérica.

En América Latina la compañía ha aprovechado el potencial de habilitar a las mujeres en el campo implementando programas que han beneficiado directamente a más de 42 mil productoras en ocho países de la región (México, Colombia, Guatemala, Chile, República Dominicana, Perú, Ecuador y Venezuela) con el objetivo de:
- Mejorar sus ingresos a partir de capacitación técnica y mejoras a la productividad.
- Promover la adopción de prácticas agrícolas regenerativas.
- Elevar su papel como socias estratégicas en su cadena de valor.
- Potenciar la capacidad productiva local.
Con el apoyo de socios regionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, y socios locales como Un Kilo de Ayuda y CARE, PepsiCo implementa programas como:

1. “Ella Alimenta al Mundo”
De acuerdo con reportes de la FAO, si las agricultoras tuvieran el mismo acceso a recursos que los hombres, podrían aumentar el rendimiento en sus cultivos entre un 20 y un 30% y reducir hasta en 150 millones el número de personas con hambre en el mundo.
Con una inversión de más de $4.5 millones de dólares por parte de la Fundación PepsiCo Global, “Ella Alimenta al Mundo” busca cerrar esta brecha que tiene el potencial de abonar a la seguridad alimentaria. A través de capacitaciones y acompañamiento a mujeres rurales, donde se les enseña cómo funciona el mercado y cómo incrementar sus ingresos y sus cosechas de manera sustentable, en Perú, el programa benefició (2019-2023) a más de 29 mil agricultoras directamente, con un incremento mensual promedio en sus ingresos de 34%. En septiembre pasado, esta iniciativa se lanzó en Colombia, donde se busca impactar a más de 13 mil agricultoras y pequeños productores.

2. Fondo de Agricultura para la Siguiente Generación.
También con el objetivo de reforzar la participación económica de las mujeres en el campo, PepsiCo Latinoamérica y el BID invierten $2 millones de dólares en Ecuador, Guatemala y República Dominicana con el objetivo de identificar desafíos relacionados con temas de género en las cadenas de suministro de papa de PepsiCo para mejorar la resiliencia y la sostenibilidad de la cadena de valor en esos países. Con este programa piloto se beneficiará a más de 200 mujeres, el cual podría ser implementado a futuro en otros países de la región.

Los programas mencionados siguen su curso, por lo que se esperan avances hacia 2024. Su implementación es clave en una región en la que se espera que la producción agrícola crezca 14% en la siguiente década para atender las necesidades de alimentos a nivel global. De esta manera, PepsiCo busca contribuir al desarrollo del sector con la sustentabilidad como insignia a través de prácticas de agricultura regenerativa, en donde la participación e inserción de la mujer es un aspecto prioritario.
