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Chile: ejecutivos extranjeros, cambios legales para una oferta creciente
Mar, 17/07/2012 - 10:30

Lucy Krell

La reconquista de Chile en manos de españoles mil-euristas
Lucy Krell

Lucy Krell es socia de CT Partners en la Oficina de Santiago (Chile). Cuenta con 14 años de experiencia en la búsqueda de ejecutivos para puestos de alta dirección en diversos sectores industriales tales como Servicios Financieros, Bienes de Consumo, Retail, Telecomunicaciones, Transporte, Energía y Minería, incluidas las empresas locales y multinacionales.

La crisis europea ha transformado a América Latina en un polo de atracción para los ejecutivos extranjeros. Chile, en particular y por su estabilidad social y económica, es uno de los que genera mayor interés entre los altos niveles gerenciales de ese continente.

En España, siete de cada diez ciudadanos estarían dispuestos a cambiar su lugar de residencia para encontrar trabajo y, uno de los tres destinos preferidos por ellos es Chile, según datos entregados por la consultora Randstad.

Los interesados en su mayoría son  jóvenes profesionales ibéricos de entre 25 y 35 años con más de un título universitario. Este gran flujo no sólo viene de europeos, sino que en el último tiempo también ha aumentado el interés de ejecutivos argentinos que miran Chile como un terreno fértil para desarrollarse profesionalmente en un entorno de estabilidad política, económica y social que les resulta atractivo y también, cercano a casa.

Por otra parte, cada día son más las empresas latinas que necesitan  encontrar el perfil adecuado para cubrir  sectores claves  en sus compañías y por la escasez están ampliando el área de búsqueda  de ejecutivos  a otros países: confluyendo muy bien la oferta y demanda de trabajo calificado. Entre los más solicitados se encuentran los ingenieros y gerentes de desarrollo para la construcción, los ejecutivos del área tecnológica y médica, y expertos en minería. Gran parte de los nuevos inmigrantes, en su mayoría  españoles, son profesionales que vienen a engrosar las filas de empresas de esas áreas, de hecho, este flujo de profesionales hispanos creció entre los años 2007 y 2011 en 92%.

En paralelo, y en la parte más baja y central de la pirámide laboral, la escasez de mano de obra en sectores específicos como el agro, la minería y la construcción ha hecho que las autoridades evalúen la posibilidad de modificar la ley que establece que en las empresas chilenas el 85% de los trabajadores debe ser chileno, a no ser que se trate de técnicos especialistas o que las compañías tengan un número igual o inferior a 25 empleados.

Hasta ahora nada se ha dicho sobre si esta enmienda legal que se está estudiando será aplicable a todas las áreas de la producción, o estaría restringida a aquellas que requieren con urgencia más mano de obra. Lo lógico sería que no se limitara a ellos, sino que se viera la posibilidad de tener un mercado abierto para “importar” al mayor número de los mejores talentos que estén dispuestos a venir a entregar sus conocimientos y experiencia a nuestro país.

Chile, a cambio, les ofrece inmejorables condiciones económicas y una buena calidad de vida, razones que quedan demostradas en ránkings internacionales en los que nuestro país destaca entre los mejores en diversos aspectos. A esto se suma que el costo de vida en nuestro país no es de los más altos de la región, y estamos en el sexto lugar de acuerdo al último estudio sobre costo de vida de Mercer.

Resta entonces legislar para los nuevos tiempos. Debemos proteger el empleo nacional, pero sin desechar la oportunidad de  contratar a los mejores del mundo, sin importar su país de procedencia.  Sólo así  se podrá satisfacer la  creciente demanda de las empresas por contar en sus filas con empleados, profesionales y altos ejecutivos calificados y con ello mejorar la productividad del país.

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