Pasar al contenido principal

ES / EN

Cómo clasificar a la clase media en América Latina
Mié, 07/08/2013 - 10:06

Rolando Arellano

América Ecolomía
Rolando Arellano

Presidente de Arellano Marketing, Investigación y Consultoría para Economías Emergentes. Es profesor de Centrum Católica (Perú).

Los últimos datos del Banco Mundial y del BID confirman la existencia en la región de una clase media mayoritaria y creciente. Sin entrar en la discusión sobre la definición de 'clase media', tema con muy diversas aristas e interpretaciones, sí creemos que es importante señalar que todas las clases medias no son iguales. Y queremos remarcar que en los datos del crecimiento de los países latinoamericanos se pueden encontrar diversos tipos de clase media muy diferentes, que las empresas deben entender adecuadamente para poder aprovechar su potencial de desarrollo.

Así, vemos a por lo menos tres ‘clases medias’ latinoamericanas que llamaremos clase media tradicional emergente, clase media tradicional sumergente, y clase media divergente. Las dos primeras corresponden a la gente que ha llegado a la clase media tradicional, ya sea por ascenso desde las clases bajas, o por descenso desde las más pudientes. La tercera es una nueva forma de clase media que no sigue los cánones con lo que comúnmente se identificaba a ese sector.

La clase media tradicional emergente es la clase media que sigue los patrones clásicos de crecimiento económico y social reconocida por los diversos estudiosos del tema. Es un grupo que crece más en países en los cuales ha habido un desarrollo sostenido en los últimos años, siguiendo los patrones tradicionales del desarrollo moderno (mayor industrialización, apertura a la globalización, respeto a la propiedad, etc.), como es el caso emblemático de Chile. Se encuentra también, parcialmente, en países con desarrollo marcado, aunque menos homogéneo, como México o Brasil.
Ella comenzó a crecer entre los años sesenta a ochenta y supo luego adaptarse a las nuevas condiciones internacionales del intercambio económico (tratados de libre comercio, exportaciones, llegada de multinacionales). Es, por tanto, una clase media citadina, occidentalizada, que vive en los barrios tradicionales. Es guardiana ferviente del statu quo, protectora del derecho a la propiedad y tiene en su mayoría ideas políticas y sociales conservadoras.

Siempre fue asalariada o dependiente indirecta (proveedora) de las clases altas, por lo cual su sentido de aspiracionalidad va hacia ellos, sueña con integrarse mediante su esfuerzo a esta clase alta tradicional. Pero siente que su poder y su estatus social se ven amenazados por la nueva clase migrante que llega a las ciudades, que puede tener un desarrollo económico eventualmente mayor que el suyo, y a la que no logra entender plenamente. No se trata de grandes emprendedores, pues generalmente sus negocios no son los más rentables, pero son trabajadores muy esforzados en mantener su trabajo asalariado y criar una familia de pocos y bien educados hijos.

3030

La clase media tradicional 'sumergente'. Esta es la clase media sobre la que más se han producido estudios en América Latina en los últimos años, y corresponde a esa clase media que se formó en algunos países sobre todo alrededor de los años cincuenta y que hoy pierde fuerza. Casos emblemáticos son las clases medias venidas a menos de países como Argentina y Uruguay, y también Venezuela, que en los últimos tiempos han venido perdiendo poder económico, y no han podido superar la famosa ‘década perdida’ latinoamericana.
Está compuesta mayoritariamente por empleados, citadinos, occidentalizados, que viven en los barrios tradicionales cercanos a las clases altas, a las que quisieran pertenecer (aunque hoy muchos se sientan ‘traicionados’ por estas). Es una clase media que cumplió antes adecuadamente su rol de bisagra entre los grandes propietarios industriales y la clase obrera.

De manera general observan que están perdiendo capacidad económica y poder, y sienten que se van acercando a las clases bajas, con las que nunca se identificaron. Por ello, a diferencia de sus primos ‘emergentes’, empiezan incluso a abrirse a ideas políticas populistas o de izquierda tradicional. Muchos se han visto obligados a migrar de las pequeñas a las grandes ciudades, o de su país al exterior, donde sienten que pierden un estatus que mantuvieron durante largo tiempo. Están así tremendamente frustrados por su nueva y decadente situación, pues, como alguien señala, por ejemplo en Argentina “dejar de ser de clase media implica prácticamente dejar de ser”.

La nueva clase media divergente es el nuevo tipo de clase media que queremos presentar y que resulta de la gran corriente migratoria del campo a las ciudades que se vio en muchos países latinoamericanos entre 1960 y 2000. Su magnitud fue tan grande que ellas pueden representar hasta dos tercios de la población de Sao Paulo, Ciudad de México, Lima y otras grandes ciudades latinoamericanas.

A su llegada fueron rechazadas por los gobiernos y las clases altas y medias tradicionales, por lo cual se replegaron en la informalidad. Así construyeron sus viviendas y generaron sus empresas y negocios, y lograron crear una economía paralela con su propia dinámica, que hoy los hace salir de la pobreza e integrar, según los datos económicos, los rangos de la nueva clase media. Lo especial de estos grupos es que al no depender ni haber dependido de las clases altas tradicionales no tienen los ejemplos de comportamiento de estos, ni tampoco interés por imitarlos. Así ellos crean sus propios modelos de coexistencia social (basados en el utilitarismo y la practicidad), su manera de relacionarse con las autoridades (ampliamente liberales, hasta límites cercanos a la anarquía), hasta sus propios códigos de belleza (arquitectura especial en sus casas y negocios, mezclas de colores con fuerte mestizaje) y varios etcéteras.

Son en gran mayoría empresarios, muy trabajadores y en la medida en que todos son propietarios de sus casas y de sus negocios grandes o pequeños, son fuertemente defensores del derecho de propiedad. Quizás por su origen podríamos pensar que son muy tradicionales, pero no es el caso. Son abiertos al cambio y muchas veces importan modas directamente de fuera (por internet o cable) y las adoptan sin pasar por el filtro 'aspiracional' de las clases altas. La evidencia está en la música que escuchan sus jóvenes (cercana al rap y al reggae americano, aunque 'tropicalizada' en nuestros países) y en los ídolos que siguen, como algunos grupos coreanos que nunca fueron conocidos por las clases más pudientes.

En resumen, es una nueva clase media que, contrariamente a lo que siempre se esperaba, no es la guardiana de la sociedad tradicional, sino que es la agente de cambio más importante del futuro.

En fin, más allá de la definición estricta, creo que la mayoría de analistas aceptan que detrás de la denominación de 'clase media' se encuentra la idea de que es aquella capaz de cubrir sus necesidades básicas y de satisfacer necesidades de mayor nivel, pero a la que no le sobran recursos al hacerlo. Frente a esta evidencia, quizás más importante que centrar el debate sobre quién es o no es la creciente clase media en nuestros países, sea el tratar de comprender a qué clase media nos estamos refiriendo. Sin duda, lo que piensan, necesitan, quieren y buscan las clases medias emergentes no es lo mismo que lo que consideran adecuado las sumergentes y, mucho menos, lo que caracteriza a las nuevas clases divergentes. Comprenderlas va a ser la llave del éxito para las empresas que quieran crecer con ellas.