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¿Se abrirán con rapidez las compuertas a la inversión extranjera en Cuba?
Lunes, Abril 27, 2015 - 12:15

Para las empresas que adoptan una visión de largo plazo e invierten con expectativas realistas, Cuba ofrece un potencial extraordinario al ser uno de los pocos mercados emergentes que quedan por destapar del mundo. Sin embargo, los inversionistas tienen aún varios temores y prejuicios...

Universia Knowledge Wharton. Cuba está preparada para la inversión extranjera, pero las empresas de EE.UU. deben ser pacientes con lo que parece un ritmo de cambio lento, dijeron los expertos reunidos en la reciente Cumbre Cuba Opportunity Summit que tuvo lugar en Nasdaq MarketSite de New York. Pero para las empresas que adoptan una visión de largo plazo e invierten con expectativas realistas, Cuba ofrece un potencial extraordinario al ser uno de los pocos mercados emergentes que quedan por destapar del mundo.

Para empezar, las empresas de EE.UU. deben descartar su viejo punto de vista sobre Cuba. “La Cuba de 2015 no es la Cuba de los 50”, dijo Mark Entwistle, ex embajador de Canadá en Cuba y que ahora es socio fundador de Acasta Capital, durante la Cumbre organizada por Knowledge@Wharton, Wharton’s Lauder Institute and Momentum Event Group. “Es un país mucho más maduro, y es más independiente”.

A pesar de que el mundo se sorprendía el pasado mes de diciembre con el anuncio del presidente Barack Obama y del presidente cubano Raul Castro de que las dos naciones trabajarían para restablecer las relaciones, el país ha estado realizando profundas reformas durante muchos años. La llegada del hermano pequeño de Fidel Castro a la presidencia en 2008 ha sido clave para introducir esos cambios, dijo Philip Peters, presidente de Cuba Research Center.

“El hombre al mando ahora mismo, el presidente Raul Castro, es muy diferente de su hermano, y está llevando al país por el camino que su ortodoxo pariente no habría escogido nunca”, dijo Peters. “De hecho es una persona muy franca, muy empresarial en muchos sentidos. Creo que hizo un diagnóstico y concluyó que lo que había no era sostenible y tenía que cambiar, y dijo de manera categórica que “o lo arreglan o se viene la casa abajo’”.

La economía cubana ha estado bajo presión durante años, obligando al gobierno a decretar reformas que incluyeron el despido masivo y sin precedentes de un millón de ciudadanos. “Ya no podían permitírselo”, dijo Entwistle. A esos desempleados se les animó a que empezaran sus propios negocios. De hecho, los emprendedores conforman ahora el 11% de la fuerza laboral en comparación con el 3% en 2010, señaló Peters.

“Estos son cambios muy importantes”, dijo Peters. Se hicieron al darse cuenta de que “el gobierno es demasiado grande, que la economía necesita ser más productiva, que más proyectos gubernamentales no son la salida, que necesitan un sector privado mayor y que necesitan inversión extranjera para aumentar la producción. Necesitan mucha”.

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Esta conclusión ha llevado a Cuba a iniciar planes para hacer que sus mercados sean más atractivos para los inversores extranjeros. A principios de 2014, el gobierno cubano promulgó una nueva ley de inversión extranjera que ofreció profundos recortes de impuestos, fortaleció la seguridad de las inversiones y proporcionó otros beneficios a los inversores. De hecho, la nueva regulación reduciría los impuestos sobre los beneficios al 15% y dispensaría a los inversores de su pago durante ocho años. También recorta los impuestos laborales hasta el 25%.

La ley establece tres vehículos principales para invertir en Cuba: contratos comerciales con entidades cubanas, joint ventures con socios cubanos o simplemente empresas 100% de propiedad extranjera, dijo Gustavo Membiela, socio del bufete de abogados Hunton & Williams LLP. La mayoría de los privilegios financieros, sin embargo, estarían reservados a las empresas con participación o de propiedad cubana. Las principales areas de inversión son agricultura, infraestructura, azúcar, extracción minera de níquel, reformas de construcción y desarrollo inmobiliario, lo que incluye la expansión de hoteles y resorts para apoyar el boom turístico.

Las disputas serían reguladas, en su mayor parte, a través del arbitraje, sorteando el sistema legal cubano, señaló Membiela. Además, las empresas pueden escoger un país neutral cuyas leyes quieran usar, como la aplicación de las regulaciones españolas, cuando entren en Cuba, añadió. Inicialmente, habrá diversos tipos de intentos internos para resolver la disputa entre socios para evitar el arbitraje. Pero si no funciona, Entwistle dijo que sabe por experiencia propia que las disputas acaban en los tribunales de arbitraje de la Camara de Comercio en París.

En cuanto al derecho de Cuba a expropiar activos extranjeros, Membiela señaló que con la nuevap ley de inversión, el gobierno solo puede expropiar propiedades dadas ciertas condiciones, que no son muy distintas de las leyes existentes en otros países. Además, él señaló que los tratados multilaterales también pueden proteger las inversiones realizadas, dependiendo del lugar de constitución. Cuba cuenta con tratados multilaterales con 71 países, según Membiela. La posibilidad de que Cuba expropie activos es una preocupación clave después de la privatización de las refinarías de EE.UU. por rechazar procesar el crudo soviético, lo que llevó al embargo.

Además de la nueva ley de inversiones, Cuba tiene otra zanahoria para los inversores. En 2013, los gobiernos de Cuba y Brasil crearon la zona de desarrollo especial de Mariel, situada en la Bahía de Mariel en la costa norte de Cuba, a 45 Km al oeste de La Havana. El puerto y la zona comercial, que tendrán mayor capacidad que el puerto de La Havana, está siendo presentada como la primera terminal de containers del Caribe. Puede acomodar grandes buques y beneficiarse de la actual ampliación del Canal de Panamá, según informes de prensa.

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Mariel proporcionará a los inversores incentivos fiscales aún mayores y otros beneficios además de los obtenidos por la nueva ley de inversión, dijo Membiela. Por ejemplo, los inversores de Mariel están exentos del impuesto sobre los beneficios del 12% durante una década, y todo el equipamiento y materiales llevados serán considerados duty-free, según información de prensa. Ana Teresa Igarza, directora general de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, dijo a la agencia de noticias Prensa Latina que la zona ha recibido 300 solicitudes formales de empresas de todo el mundo para establecerse allí.

Grandes objetivos. Cuba tiene como objetivo atraer de US$2.000 millones a US$2.500 millones de inversión directa extranjera al año, lo que Peters considera como “muy ambicioso” dado que durante todos los años 90 consiguieron de US$4.000 a US$5.000 millones. Pero el ministro de inversión extranjera de Cuba dijo en la televisión estatal que el país necesita esa cantidad de inversión para alcanzar su objetivo de crecimiento de 7% al año.

Aunque Cuba haya hecho cambios dramáticos, muchas cosas siguen funcionando como antes y podrían hacer tropezar al inversor extranjero. De hecho, las empresas todavía tienen que contratar a los empleados a través del gobierno, destacó Peters. Además, Cuba todavía funciona con dos monedas, el peso y el peso convertible. Tener dos monedas complica las transacciones, divide a la economía en dos y hace más difícil fijar precios de mercado, añadió. “Necesitan unificar las monedas y hacer que sean libremente convertibles”.

Las empresas americanas se enfrentan a barreras extra desde el embargo comercial y otras sanciones contra Cuba desde 1960 que se convirtieron en leyes. Esto no será fácil de revertir debido, principalmente, a la oposición de los legisladores republicanos en el Congreso. Por ahora, cubanos y americanos están en conversaciones para reabrir las embajadas en los respectivos países como un primer paso para normalizar las relaciones.  “El ritmo de todas estas cosas es bastante lento”, dijo Peters.

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Una historia turbulenta. Pero estos cambios pueden ser considerados una prueba de lo lejos que ha llegado Cuba desde mediados del siglo XX.

En los primeros años de la revolución cubana en los 60, después de que Fidel Castro tomara el poder y derribara el régimen de Batista, el gobierno se deshizo de los inversores extranjeros. “Ese fue parte del logro, desde su punto de vista, completa… soberanía económica”, dijo Peters. El siguiente paso fue abolir la empresa privada a finales de los 60. “Hubo una gran ofensiva revolucionaria, tal y como lo llamaron, y barrieron con el resto de pequeños negocios porque fueron considerados innecesarios para el proyecto socialista, todos ellos”.

La siguiente “campaña ideológica” llegó en 1986, cuando Cuba acabó con la venta de productos agrícolas en el mercado libre y lo reconcentró en manos del Estado, señaló Peters. El Estado se hizo con la distribución de la producción de las granjas de manera que no se necesitara el sector privado, que actuaba como intermediario en el mercado.

Así que lo que ha hecho Cuba de forma reciente cambia sus políticas de los últimos 50 años, un paso drástico cuya total importancia no debería perderse de vista incluso si se han visto obligados por las circunstancias. “Ahora todas esas decisiones se han tirado por la ventana”, dijo Peters. “Estos son aspectos principales en la historia económica del socialismo en Cuba, estas decisiones se han cambiado, y es algo muy importante que señalar”.

Según Entwistle, si la economía cubana pudiera salir a flote sin la ayuda de la inversión exterior, esa sería la opción preferida del Estado. “Si pudieran hacer todo solos, ellos lo harían”. Cuba, sin embargo, se dio cuenta de que si quiere prosperar, necesita ayuda para cosas como el acceso a los mercados internacionales de capitales. “Ellos se dieron cuenta de que no pueden hacerlo solos”, dijo Entwistle. “Por lo tanto, están abiertos a hacer negocios con la inversión extranjera”.

Internamente, Cuba también está transformándose con la creación de cooperativas urbanas. Entwistle resaltó que se trata efectivamente de “casi una privatización de empresas estatales”. Él las describió como algo semejante a la adquisición [bursátil] de la gestión de compañías estatales de varios sectores. Los economistas cubanos prevén que miles de esas cooperativas se crearán este año. “La estructura regulatoria referente a las cooperativas aún no está a la altura de su papel en la economía y en la sociedad, pero eso es algo que debemos continuar vigilando”, añadió. Los cubanos tuvieron anteriormente un flujo de inversiones soviéticas, pero no salió bien.

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En los años 90, el colapso de la Unión Soviética —su principal benefactor en la época— llevó a la caída de la economía cubana. Para recuperarse, el país abrió las puertas a las inversiones extranjeras. “Fue una época parecida al Viejo Oeste, desde aproximadamente el inicio de 1993 hasta finales de los años 90. Fue una locura”, dijo Entwistle. “Todo tipo de empresa extranjera entró en el país en esa ocasión”. Aunque los americanos estuvieran ausentes, europeos, canadienses, israelíes, mexicanos y chilenos “inundaron el país. Ellos formaron numerosas joint ventures en todo campo racional que se pueda enumerar”. Pero muchas de esas iniciativas extranjeras fracasaron. Cuba “aprendió lecciones muy importantes en los años 90”, dijo Entwistle. Los cubanos se dieron cuenta de que era importante hacer su due dilligence y conocer sus socios en los negocios antes de participar en cualquier iniciativa. Como reacción a los años 90, se cambiaron las políticas de los años 2000. Los cubanos “se deshicieron de varias de esas joint ventures debido a su débil rendimiento”, dijo. Muchas empresas extranjeras y “microempresas fracasadas” fueron incluidas en ese proceso.

La historia de la Cuba actual es una historia política y económica complicada. Las empresas americanas que deseen tener éxito necesitan tiempo para comprender ese mercado emergente, su gobierno y su pueblo. “Es preciso escuchar realmente lo que ellos tienen que decirnos”, dijo Entwistle. “Los cubanos son negociadores difíciles, pero son muy abiertos. Tienen la mente clara. Ellos tienen sus prioridades económicas. No será necesariamente aquello que queramos hacer”.

Pero las empresas que tomen en cuenta todo eso se encontrarán con una estabilidad inesperada y favorable al éxito. “Fundamentalmente, si usted tiene un término medio, visión estratégica para el país, si no está allí para ganar dinero deprisa y […] sabe lo que pretende, verá que el ambiente es bastante estable”, dijo Entwistle.

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