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Cinco porfiados mitos que aún persisten sobre la enfermedad celíaca y el gluten
Martes, Abril 12, 2016 - 09:18

Aunque en la actualidad se sepa más sobre este desorden crónico, lo cierto es que aún hay cierta complejidad para comprender su real alcance.

La idea de que personas genéticamente predispuestas presentaran intolerancia permanente a un elemento del trigo, cebada, centeno e incluso a la avena llamado gluten era una situación realmente poco usual hace dos décadas.
 
De hecho, la palabra estaba en el léxico de muy pocas personas y el concepto de “enfermedad celíaca” sencillamente hubiese sonado a alguna lengua muerta.
 
 
Sólo quienes comenzaban a ser diagnosticados con esta enfermedad sabían su significado.  Los casos eran muy pocos y con el tiempo la creación de algunos centros de ayuda en distintos puntos del planeta comenzaron a hablar sobre el tema.
 
El objetivo de estas instancias siempre ha sido mejorar la calidad de vida de las personas con el problema. 
 
Actualmente se trata de un desorden claramente más conocido que ayer y también más y mejor diagnosticado. Sin embargo, aún implica cierta complejidad para comprender su real alcance.
 
 
En términos generales, son cinco los conceptos equívocos que hay sobre la enfermedad y sobre el gluten. 
 
1. Nuestros cuerpos no están hechos para procesar el gluten, así que nadie debería comerlo. Muchas personas vilipendian al trigo como un componente no apto para el consumo humano. Se culpa al gluten de varias enfermedades, por lo que algunas personas sugieren que debería ser eliminado completamente de la dieta.
 
Es cierto que nuestros cuerpos no tienen las enzimas adecuadas para romper las complejas proteínas del gluten. El sistema inmune detecta al gluten como un invasor y entra en modo de batalla para eliminarlo. 
 
Pero en la mayoría de las personas el sistema inmune es capaz de "limpiar" la invasión de gluten, volviendo a trabajar normalmente.
 
Y eso es lo que no puede hacer casi el 1% de las personas, quienes celiaquía o enfermedad celíaca. En su caso se producen demasiados anticuerpos que atacan el tejido del intestino delgado, lo que lleva a una inflamación y posterior destrucción del tejido. 
 
El problema deriva en una mala absorción de nutrientes, lo que causa desórdenes gastrointestinales o autoinmunes.
 
 
2. Sacar el gluten de la dieta es beneficioso, incluso cuando no se tiene celiaquía. Para los no-celíacos, una dieta libre de gluten no es una dieta naturalmente más saludable. Sin embargo, eliminar muchas de las comidas procesadas que lo contienen sí lo es. 
 
Dejar de comer frituras, comidas altamente procesadas y comidas con mucho azúcar, reemplazándolas con frutas, vegetales, aceite de oliva y proteína de carne magra, huevos, frutos de mar, frutos secos y porotos contribuirá al bienestar de la persona, a menos que tenga una condición no diagnosticada. 
 
Quienes comienzan una dieta libre de gluten deberían consultar con un nutricionista para confirmar que están obteniendo todas las vitaminas y nutrientes que precisan.
 
 
3. La sensibilidad al gluten no existe. Hace cerca de seis años comenzó a hacerse más popular un nuevo fenómeno: personas que reaccionaban negativamente al gluten, pero no por tener celiaquía, sino sensibilidad al conjunto de proteínas. 
 
Existe cierta resistencia a esta condición, calificada como una dieta "de moda". Sobre la base de estudios contradictorios, la existencia de la sensibilidad al gluten ha sido cuestionada en la prensa. Recientemente, incluso, los términos "celiaquía" y "sensibilidad al gluten" se utilizan como sinónimos en literatura médica, aspecto totalmente erróneo.
 
Se trata de síntomas medianamente similares, pero con condiciones metabólicas diferentes. 
 
 
4. Los celíacos pueden comer gluten en pequeñas cantidades. Un grupo de científicos del hospital St. Bartholomew en Londres publicó un estudio en 1988 que concluía que los pacientes adultos celíacos podían consumir sin problemas una dieta baja en gluten.
 
Desafortunadamente, esta idea falsa ha sobrevivido a todos los desmentidos. Hay evidencia sólida de que pequeñas cantidades de gluten pueden ser tan dañinas como grandes cantidades, junto con que la materialización de las consecuencias clínicas puede darse hasta años después. 
 
Las personas celíacas deben evitar el gluten a como dé lugar. Lo que hace a la enfermedad aún más complicada es que se puede tener celiaquía, pero no exhibir ningún síntoma por algún tiempo. Mientras tanto, el daño al intestino continúa y podría llevar al desarrollo de condiciones relacionadas, en casos extremos, a linfomas intestinales.
 
 
5. Un niño celíaco puede superar la enfermedad. La cuestión aparece por la falsa idea de que la celiaquía es una condición pediátrica. En las décadas de 1930 y 1940, los niños diagnosticados con esta enfermedad misteriosa eran alimentados con una dieta a base de banana. 
 
La tasa de mortalidad era alta, pero a los niños que sobrevivían les permitían seguir comiendo trigo luego de un tiempo. Esto llevó a la idea de que se podía curar la enfermedad celíaca. 
 
Luego de algunos años, con herramientas avanzadas, muchos de esos bebés fueron rediagnosticados con celiaquía. Ahora se sabe que es una condición crónica y la mejor intervención médica que existe es una dieta libre de gluten.
 

Autores

Agencias/ LifeStyle