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Ante la creciente tendencia de viajar solo, experta recomienda empezar con trayectos cortos
Jueves, Enero 22, 2015 - 12:06

Cada vez son más las personas que realizan solas viajes a diversas partes del mundo. Psicóloga recomienda iniciar la práctica a lugares no tan lejanos, para familiarizarse con la dinámica.

La existencia cada vez más frecuente de paquetes turísticos que permiten viajar solo, hospedajes y albergues compartidos que permiten hacer amigos de cualquier parte del mundo, plataformas que permiten conectarse con personas de intereses similares, destinos reconocidos como más amigables, seguros y al alcance de los bolsillos, ha hecho que muchos no se compliquen en buscar un compañero de viaje y simplemente decidan viajar solos.

Ahora, no siempre estas experiencias pueden ser gratificantes, ya que las personas entusiasmadas por la búsqueda de nuevas sensaciones y horizontes, no siempre reflexionan profundamente sobre lo que puede implicar un viaje de estas características.

La secretaria de estudios de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico en Chile, María Ester Buzzoni, plantea que las necesidades asociadas a un viaje en solitario pueden ser diversas y de diferente profundidad, no estando relacionadas directamente a un tipo de personalidad.

“Existen personas que están habituadas a emprender viajes o desafíos en solitario. Por lo general, quienes tienen buenas experiencias en esta aventura son personas que han tenido experiencias anteriores, aunque hayan sido pequeñas aventuras, conocen las vicisitudes que se presentan en los viajes al extranjero y se conocen bastante a sí mismos en acción, conocen sus recursos y sus necesidades fundamentales. Habitualmente son personas que disfrutan de su soledad y son bastante autónomas”, señala.

La psicóloga señala que habitualmente los viajes en solitario se proyectan en momentos en que el viajero requiere conectarse con algo que necesita profundamente y que traerá, sin duda, un encuentro profundo consigo mismo.

“Un viaje en solitario es un viaje que nos permite estar en contacto directo con el mundo, sin la intermediación de los vínculos que habitualmente están ahí y que nos hacen experimentar afectivamente el mundo como conocido. Sin esa mediación, lo que nos ocurre en un viaje en solitario es que el mundo se nos puede presentar nuevo, pero también se nos aparece más vívidamente el modo en que pensamos y sentimos los acontecimientos. En este sentido, un viaje en solitario puede ser una preciosa oportunidad para conocer a otros de una manera nueva y para experimentar facetas nuevas de nosotros mismos”, indica.

Por otra parte, María Ester Buzzoni dice que viajar solo es una experiencia que pone a prueba la propia libertad, en un sentido muy concreto, ya que implica permanentemente tomar decisiones en solitario, sin tener que ponerse de acuerdo con un compañero de viaje. “Permite disfrutar en solitario profundamente de las experiencias vividas y conocer el propio ritmo, los propios gustos, aprender del mundo y del propio contacto con él”, precisa.


Sin embargo, también es un viaje de mayor vulnerabilidad. “Se nos aparece de manera más evidente la necesidad de ayuda, de apoyo, de compañía y la profunda necesidad que podemos tener de nuestros vínculos más importantes. Un viaje en solitario puede significar la posibilidad de poner en juego nuestros recursos para tomar decisiones y resolver situaciones de diverso orden. Por esto, es recomendable que las personas que quieren emprender por primera vez un viaje en solitario puedan anticipar lo más posible las necesidades concretas que podrían tener, de seguridad, de descanso, de comodidad, de recursos para resolver imprevistos, e incluso de compañía”, sugiere la especialista.

Al respecto, y desde la experiencia clínica, María Ester Buzzoni comenta que se dan casos de personas que teniendo una experiencia de sí mismos como autónomos y libres, a la hora de salir de su entorno cotidiano experimentan fuertes angustias. “Por ello, siempre es importante conservar la posibilidad de mantener el contacto con nuestros vínculos más significativos, las personas que nos quieren y nos conocen, que nos permitan recobrar la seguridad cuando lo necesitemos”, recomienda.

Consejos clave

- Antes de decidir viajar solo es importante reflexionar acerca de cómo nos llevamos cotidianamente con la soledad. Conocer si la soledad significa para nosotros una experiencia de confianza y descanso, o si más bien nos angustiamos un poco.

- Saber si podemos tolerar largos periodos sin hablar con alguien o si necesitamos tener a alguien cerca para compartir nuestras experiencias profundas.

- Anticipar lo que nos podría suceder al estar solos en lugares desconocidos.

- En un primer viaje, siempre es recomendable hacer el trayecto acompañado de un amigo o de un grupo de ellos.

- En el primer viaje solo, hacer un viaje corto, a lugares que puedan ser más predecibles, conocidos, que permitan anticipar las vicisitudes.

 

Autores

Agencias/ LifeStyle