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Estudio demuestra que los perros son capaces de distinguir el dolor en los seres humanos
Miércoles, Febrero 4, 2015 - 15:55

Expertas de la Universidad de Goldsmiths, en Londres, subrayan que los canes son los seres vivos con mayor capacidad de respuesta ante emociones de otras especies.

Estudio demuestra que los perros son capaces de distinguir el dolor en los seres humanos

Expertas de la Universidad de Goldsmiths, en Londres, subrayan que los canes son los seres vivos con más capacidad para responder ante emociones de otras especies.

Dieciocho perros fueron expuestos por un grupo de psicólogos de la Universidad de Goldsmiths, en Londres, a diferentes personas -entre quienes se encontraban sus dueños y extraños- quienes debieron realizar diversas expresiones como hablar, tararear y llorar, entre otras.

En la mayoría de los casos, los perros se acercaron a las personas (a sus dueños y a extraños) en forma sumisa, ofreciendo contacto físico, cuando las personas mostraron una expresión de dolor o sufrimiento.

De acuerdo al estudio, los animales son capaces de identificar un momento de vacío emocional en las personas, sean o no sus amos, identificando con claridad cuando las personas se mostraron tristes, manifestando una actitud alerta que no se daba en las otras expresiones.

La reacción de los perros en este caso fue un casi inmediato contacto físico como una forma de aliviar la situación para las personas.

El estudio permite argumentar, entonces, que los perros son capaces de identificar una situación de dolor en las personas y luego empatizar con ellas, ofreciendo ayuda, sin la necesidad de conocerlas.

Las investigadoras Deborah Custance y Mayer Jennifer, de la casa de estudios londinense, subrayan que "el tarareo fue diseñado para ser un comportamiento relativamente nuevo, que podría provocar la curiosidad de los perros. El hecho de que los perros diferenciaron entre el llanto y el tarareo indica que su respuesta no fue meramente motivada por la curiosidad".

"Por el contrario -dicen las expertas- el llanto conllevó un mayor significado emocional para los perros y provocó una respuesta global más fuerte que cualquier tarareo o conversación".

Un aspecto que el análisis desestima es el hecho de que el llanto no era real. "El hecho de que los perros reaccionen a una emoción fingida no significa que no sepan percibir nuestras emociones, ya que nuestro mismo cerebro no hace distinción entre si una emoción es simulada o la experimentamos espontáneamente. De la misma forma, no distingue del todo si vemos algo o imaginamos eso mismo", se sostuvo en la investigación.

Por el contrario, el estudio destaca la reacción de los animales como una característica esencialmente empática. Y, de hecho, el estudio señala que estas mascotas  son los seres vivos con mayor capacidad de respuesta ante emociones de otras especies.

 

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