Para Isidora Undurraga, directora de Avonni, organización que premia a los innovadores más destacados de Chile, este 2015 las innovaciones continuarán gestionándose desde la ciudadanía que se hace cargo de sus problemas.

En entrevista con AméricaEconomía, Isidora Undurraga, directora de los premios Avonni, organización que reconoce a los innovadores más emblemáticos de Chile, analizó el panorama del emprendimiento e innovación que se está gestando en el país.

Para Undurraga, si bien el país tiene cualidades para aprovechar la innovación, culturalmente “tendemos a disminuirnos, no nos creemos el cuento y se es más indoor que outdoor”.

“La idea es generar un efecto contagio para destrabar la mente de las personas y por consecuencia darles un impulso para que se atrevan a dar el paso”, indicó la directora de Avonni.

-¿Cuáles son las principales complicaciones para emprender e innovar en Chile?

A nivel país, una de las grandes trabas para ser competitivo tiene que ver con las ganas de querer hacer algo distinto o mejorar sin esperar que el mercado te lo planteé. Además, si bien el país tiene cualidades para aprovechar la innovación, culturalmente tendemos a disminuirnos, no nos creemos el cuento y tendemos a ser más indoors que outdoors. La idea es generar un efecto contagio para destrabar la mente de las personas y, por consecuencia, darles un impulso para que se atrevan a dar el paso.

Otro de los problemas se relaciona a la educación y cómo se fomenta la innovación desde la escuela. Más que adjudicarles este rol a la universidades, la actitud de pro atreverse y estar abierto también se puede fomentar desde el colegio, y es lo que hacen países como Singapur o Finlandia, que han desarrollado la capacidad de manejar la frustración o búsqueda de soluciones, más allá de la caja que son elementos fundamentales para ser innovadores.

-¿La dificultad para obtener recursos sigue presentándose como el principal motivo para no embarcarse a ser un emprendedor?

No, porque en el país hay una enorme cantidad de fondos disponibles desde Sercotec, Corfo y Conicyt. El problema es que la gente tiene un problema de desidia y no tienen una adecuada investigación de las líneas de financiamientos.

-Hace unas semanas el World Economic Forum (WEF) posicionó a Chile dentro de uno de los países con la tasa más alta de emprendimientos innovadores en fase temprana del mundo ¿Cómo le viene está distinción al país?

Está distinción se condice con programas como Startup Chile con el cual somos referentes, sin embargo el estudio habla de emprendimientos innovadores, que no es lo mismo que innovación, que es lo que le falta al país y con la cual se puede generar la mayor cantidad de conocimiento aplicado para generar nuevos rubros económicos.

En pro de la calidad de vida de los habitantes de un país, es importante que la innovación per se esté en la agenda de todas las empresas y partes.

-¿Qué rol han jugado las incubadoras de negocios en el desarrollo del emprendimiento en el país?

Si bien en países desarrollados las incubadoras están obsoletas, en lugares como Chile, donde aún existe la traba de atreverse a desarrollar cosas nuevas, han servido como espacios de práctica donde los emprendedores se exponen a lo que significa desarrollar una idea y a recibir feedbacks. Sin embargo, pese a que son una buena instrucción, no son la solución para que seamos un país más innovador o para generar mayor impacto y alcanzar los estándares de la OCDE.

-Colombia también es uno de los países que llevan la delantera en Latinoamérica en términos de emprendimiento ¿Qué lo diferencia de Chile?

Colombia y en especial Medellín puso foco en convertirse en una ciudad innovadora y creativa, y eso tiene que ver con una serie de requisitos que no siempre se condicen con liderar algo que sea pro innovación. Sin embargo, transformarse en una ciudad creativa fomenta la actitud de los habitantes para generar el desarrollo de nuevas ideas.

-¿Qué tendencia en temas de emprendimiento marcará el 2015 en Latinoamérica?

Las innovaciones continuarán gestionándose desde la ciudadanía, que se hace cargo de sus problemas. A nivel latinoamericano estamos transformándonos en un laboratorio líder mundial de innovaciones sociales, por las realidades que tenemos en países como Brasil, Colombia, Uruguay y Chile. 

-Se dice que todo emprendedor tiene características propias del lugar donde reside. ¿Qué caracteriza al emprendedor chileno?

El emprendedor chileno por definición es muy creativo, ocurrente y ve la oportunidad que tiene para ir rompiendo o saltándose barreras. Sin embargo, no piensan en grande y no tienen la visión global de crear una solución que se pueda adaptar a un mercado como Colombia o Estados Unidos. Tenemos el problema de pensar muy en pequeño.

Tenemos capacidad creativa e imaginación pero cuesta aplicar y hacerlo escalable y global.