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10 años de autos chinos en Chile
Lunes, Noviembre 27, 2017 - 06:00

Great Wall y Haval representan actualmente alrededor de 2% del competitivo mercado local.

A 11 años de la entrada en vigencia del tratado de libre comercio, el intercambio de Chile y China se ha mantenido en niveles estables, que bordearon el año pasado los US$ 31.500 millones.

En los primeros nueve meses de 2017, las importaciones registraron un crecimiento de 9,9%, situación que reforzó la calidad del país asiático de principal socio de la nación sudamericana.

Aunque los teléfonos móviles reinan entre las internaciones, una de las principales partidas corresponde a los vehículos motorizados de hasta 1.500 cc, que totalizaron US$160.000 millones la temporada anterior.

Un actor preponderante en dicho desempeño es el grupo Derco, el responsable de la introducción en Chile de los vehículos chinos.

La historia comenzó justamente hace una década, cuando el conglomerado con presencia en Bolivia, Colombia y Perú "tuvo la ventaja, oportunidad y visión de salir a buscar la oferta del mercado chino, que ya estaba en desarrollo, y elegir por la que tenía mayor potencial", según rememora desde Santiago el gerente de Great Wall, José Miguel Silva.

"Siguiendo la trayectoria que habían tenido los fabricantes japoneses y coreanos, la evolución china se podía prever. Era inminente, por su desarrollo  industrial y tecnológico, que sería una alternativa muy competitiva", añade.

Tanto fue así, que hoy el grupo Great Wall, que sumó en 2015 Haval como rótulo exclusivo para sus sport utility vehicles (SUV), exhibe ventas de 50 mil unidades en la última década y una participación de mercado cercana al 2% en la competitiva industria chilena, que con más de 60 marcas se apronta a cerrar un 2017 muy positivo, con más de 350 mil nuevas máquinas en la calle.

"Era una apuesta con riesgo, claramente, porque la introducción inicial siempre es un desafío. Existían prejuicios respecto del origen y era una barrera que había que sortear. Los avances en calidad, desarrollo y tecnología aceleraron el proceso y son prueba de que la evolución se ha generado y el paradigma se ha roto", agrega el ejecutivo.

Para Silva, "los resultados han dado cuenta de lo exitoso que ha sido este proceso para marcas como Great Wall y Haval, que se han consolidado y mostrado que llegaron para desarrollarse y quedarse".

Otro factor del progreso de los fabricantes chinos, de acuerdo a su visión, es la adopción de identidad propia: "No es ningún misterio que en los pasos iniciales, por ejemplo, se adquirieron licencias en términos de motorizaciones y hubo ciertas similitudes en diseño. Pero la industria china no ha escatimado en contar con expertos de diversas nacionalidades en ingeniería y diseño, que le han inyectado a sus productos valores particulares".

Autores

Juan José Castillo