
El país austral cuenta con uno de las normativas más avanzadas en torno a permisos de vacunación, defunción de familiares, matrimonio, entre otros.
Todos sabemos que si una organización desea gestionar el capital humano de forma estratégica, debe reconocer la importancia de equilibrar la productividad con el bienestar de los colaboradores. Por ejemplo, esto incluye los derechos laborales que permiten ausentarse de la jornada, pues permiten fomentar un clima laboral positivo e impulsar el compromiso organizacional. A la larga, este enfoque amplía las posibilidades de disminuir la rotación laboral y fortalecer la reputación corporativa.
En el caso particular de Chile, existen tres permisos relevantes establecidos por el Código de Trabajo: matrimonio o acuerdo de unión civil, vacunación y defunción de un familiar.
“Si no se cumple con la norma y el trabajador conoce la normativa laboral de Chile, presenta su denuncia a la Dirección del Trabajo y allí se inician los mecanismos de fiscalización, multas y todo lo que corresponda cuando el empleador no toma atención”, explicó Marta Meneses, gerenta del Área Laboral de la consultora Auditeris a AméricaEconomía. Mientras que en los feriados irrenunciables, sí existe una fiscalización activa de la Dirección para corroborar que las organizaciones cumplan con las normas.
Por otro lado, el permiso de vacunación llama la atención, porque solo tiene vigencia por medio día laboral, lo que puede resultar controversial para algunos trabajadores, debido a la logística y los posibles tiempos de espera en campañas masivas. Pero para Meneses, esto podría solucionarse fácilmente.
“El permiso también establece que el empleador debe considerar los traslados en los que incurrirá el trabajador. Si él o ella está a dos horas de distancia del local de vacunación más cercano, el empleador debe tomarlo en cuenta para entregar el permiso”, añadió la abogada.
En cuanto a los otros permisos clave, el que concierne al matrimonio permite al trabajador ausentarse para celebrar el evento y realizar los trámites correspondientes sin pérdida de remuneración. El trabajador debe dar aviso a su empleador con treinta días de anticipación y presentar el certificado de matrimonio dentro de los treinta días posteriores a la celebración.
Cabe destacar que estos días se adicionan a las vacaciones anuales y no pueden ser compensados en dinero. Además, el permiso debe hacerse efectivo a partir de la fecha del matrimonio, o en los días inmediatamente anteriores o posteriores, a elección del trabajador.
Por su parte, el permiso por defunción de un familiar establece regímenes pagados con diferentes duraciones según el parentesco. Si fallece un hijo, hay diez días corridos de permiso pagado; si es un cónyuge o conviviente civil, son siete días; si es un hijo en gestación, siete días hábiles y si es un padre, madre o hermano, cuatro días hábiles. Al respecto, Meneses señala que la existencia de estas normas debe complementarse con la protección de los sindicatos para que se respeten.
“Estos gremios tienen mucha responsabilidad de difundir e informar a los trabajadores sobre sus derechos. Además, el sindicato puede promover mayores permisos y flexibilidades para el personal y los comités paritarios, mejores normas en torno a la higiene y seguridad”. La especialista considera que la legislación chilena ha avanzado sustancialmente en la concesión de permisos laborales, destacando otros recientes como el permiso postnatal parental, que otorga hasta seis meses de licencia a las madres de familia.