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7 consejos para evitar maltrato laboral
Jueves, Agosto 29, 2019 - 15:00

El hostigamiento y las agresiones no solo dañan la autoestima, el estado anímico y la productividad, sino que también influye en el ambiente de trabajo general de una empresa o institución.

Son muchos los empresarios, gerencias, jefaturas y supervisores que se preguntan cuáles son las formas de prevenir y manejar el maltrato laboral, que se entiende como agresión u hostigamiento del empleador al trabajador o entre pares. 

Ante esto, Emilio Fernández, socio y fundador de la consultora Smart Change, dice que “este fenómeno tiende a darse con más frecuencia en las organizaciones jerarquizadas más que en las horizontales, es decir, en aquellos lugares donde hay mayores obstáculos para acceder a hablar con el jefe del jefe. También, tiende a ser más repetitivo en aquellos ambientes de trabajo con comunicaciones restringidas, generalmente horizontales, donde no se han aplicado prácticas de políticas de puertas abiertas”, comenta el especialista.

Y agrega que este tipo de conductas no sólo dañan la autoestima, estado anímico y productividad de los colaboradores directamente afectados, sino que también influye en el ambiente de trabajo general de una empresa o institución.

Es por lo mismo que la recomendación es que las organizaciones cuenten con políticas bien definidas y claras para sancionar este tipo de conductas y que las jefaturas, que son los representantes o la cara visible de ellas, sean las primeras en dar el ejemplo en esta materia.

El experto manifiesta que varias son las situaciones que ayudan a evitar los casos de maltrato en el trabajo. Algunas de ellas son:

  1. La legislación existente, las políticas organizacionales, los códigos de ética y los protocolos conocidos por todos, ya sea en materia de maltrato, discriminación, acoso sexual, etc.
  2. El desarrollo de habilidades de liderazgo en quienes ejercen autoridad. No hay que olvidar que nadie nace sabiendo ser jefe, al igual que para ser padre.
  3. La práctica organizacional de puertas abiertas. Esto facilita que una persona pueda hablar con el jefe del jefe.
  4. Establecimiento de metas y objetivos ambiciosos, pero alcanzables.
  5. Comunicación abierta, fluida y frecuente.
  6. Trabajo en equipo y colaborativo entre áreas.
  7. Prácticas o mecanismos adecuados para manejar los conflictos.

Entre los factores de riesgo están un inadecuado diseño de los puestos de trabajo; la falta de definición de roles, funciones y tareas de cada persona; falta de reconocimiento de los empleados por parte de la organización o quienes ejercen autoridad; poca participación de los trabajadores en la toma de decisiones; lugares de trabajo con exposición a altos niveles de exigencias y presiones; e inexistencia de políticas sancionadoras de las direcciones de la organización para este tipo de conductas.

Si en una empresa o institución ya se están viviendo situaciones de maltrato laboral, Fernández aconseja intervenir. Es decir, actuar considerando tres fases: diagnóstico, intervención Individual e intervención organizacional.

“En la primera etapa o de diagnóstico, se entrevistan a las víctimas, a los otros integrantes (testigos) para que cuenten su visión externa del problema y a aquellas personas que ejercieron maltrato para tener también su versión. En la fase dos o de intervención Individual se realiza psicoterapia para los casos más severos y se abordan los factores personales que facilitan el maltrato o abuso”, señala.

Finalmente, en la etapa tres o de intervención organizacional se debe realizar una capacitación, especialmente, a quienes ejercen autoridad (gerentes, subgerentes, jefes o supervisores) en materias de legislación, código de ética, protocolos, normativas y responsabilidad legal respecto del maltrato.

“Asimismo, se deben llevar a cabo acciones para desarrollar habilidades de liderazgo; clarificar los roles, responsabilidad por resultados, KPI´s y metas; delegar actividades o tareas conforme con las capacidades, responsabilidad y nivel del cargo; realizar evaluaciones de clima, compromiso y factores psicosociales anualmente, para contar con al menos un indicador, garantizando a privacidad de ellas; y desarrollar el trabajo en equipo y confianza dentro de la organización, que permita comunicaciones abiertas y fluidas”, puntualiza.

Autores

AméricaEconomía.com