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Abalones chilenos quieren crecer en Asia
Lunes, Diciembre 17, 2018 - 06:05

El país americano se ha trazado una ruta de diez años para crecer y consolidarse con este molusco apetecido en diversos países de Asia.

Aunque no es un producto originario de Sudamérica, el cultivo y exportación del abalón es una de las prioridades que se han trazado en la industria chilena de este molusco.

Si bien establecer un patrón de mercado a nivel nacional ha sido un desafío histórico de la industria, los esfuerzos apuntan a entregar valor agregado al producto final y potenciar mercados altamente exigentes desde el punto de vista origen, calidad e inocuidad, como lo son el mercado europeo y norteamericano.    

En esta entrevista para Asia Link, conversamos con Carolina Oliú, coordinadora de Transferencia y Negocios de AquaPacífico, un centro de innovación acuícola para la zona centro norte integrado por Fundación Chile y Universidad Católica del Norte (UCN).  

- ¿Cuál es el atractivo del abalón para países como China, Japón, Vietnam, Malasia...?

Este producto es altamente apetecido en los países asiáticos debido a que se consume principalmente en banquetes nupciales y en celebraciones de festividades chinas, además de formar parte de la cultura gastronómica ancestral asiática. La producción de abalón, en sus distintos formatos, se destina fundamentalmente a la exportación. De acuerdo a datos de ProChile, en el año 2016 se exportó un aproximado de 675 toneladas, cifra que al año siguiente se superó en un 100%.

- ¿Qué prefiere cada país de Asia, abalón congelado o preparado en conserva?

El mercado asiático en la actualidad establece preferencias y, en ambos formatos, la diversidad de mercados operativos cambia. Para el caso de abalón congelado, Japón lidera las importaciones, con un 65% de la participación en el mercado; le sigue Hong Kong y EE.UU, con un 31%. El escenario cambia para el formato preparado o conserva, donde las importaciones las lidera Hong Kong, con un 51%; seguido por Singapur, 19%, y EE.UU, con un 11%; además de un mercado compuesto por otros países del sudeste asiático, como Tailandia, Camboya y Malasia. 

- ¿Cómo llegó el abalón a Chile y cómo se puede caracterizar la industria local hasta ahora?

En 1982, Fundación Chile y la Universidad Católica del Norte, ambos actualmente parte de AquaPacífico, iniciaron el cultivo experimental de esta especie, con la introducción del abalón rojo o californiano (Haliotis rufescens), proveniente de la costa oeste de Norteamérica. Luego también se introdujo el abalón verde o japonés (Haliotis discus hannai), pero su participación es muy menor dentro del volumen de producción total. Referente a la industria local, la producción de abalón en Chile se reparte en cuatro regiones. Sin embargo, son las regiones de Los Lagos y Atacama las que concentran cerca del 86% de la producción total en el país. Hoy existen 76 centros inscritos en el Registro Nacional de Acuicultura, con un promedio de 9 hectáreas, así como 18 centros de cultivo en tierra. Estos últimos están ubicados principalmente entre las regiones de Atacama y Valparaíso. Por otro lado, los centros de cultivo en mar se encuentran establecidos en la Región de los Lagos. 

-¿Cómo fue que se llegó a establecer una hoja de ruta para 2028 y cuál ha sido el rol de AquaPacífico?

La industria del abalón, en solo 10 años, ha triplicado sus volúmenes de producción (desde 390 toneladas a 1300 en el año 2017). Hoy en día esta industria emplea más de 450 personas, generando un fuerte impacto social en las regiones del norte. Es evidente que este crecimiento no ha estado exento de desafíos, como es el abastecimiento de alimento natural (macroalgas), que ha obligado a las industrias a ampliar sus procesos productivos, quedando las regiones del norte encargadas principalmente de producir juveniles que luego serán engordados en el sur.

Los principales competidores de Chile (Australia, Sudáfrica) tienen una clara planificación para los próximos 10 años, que les permite mejorar su posicionamiento en el mercado y eliminar brechas tecnológicas para mejorar la sustentabilidad de sus cultivos. En el caso de Chile, era necesario tener una visión realista de los que está ocurriendo en esta industria y diseñar una estrategia a largo plazo que nos permita desarrollar las actividades necesarias para tener mayor participación de mercado. AquaPacífico busca articular a los diferentes actores involucrados, enfrentando los desafíos con acciones concretas que conduzcan al éxito de los impactos logrados. 

- ¿A qué mercados se exporta actualmente, como se potenciarán y a cuáles nuevos se desea llegar?

Dependiendo del formato, los principales mercados de destino del abalón desde Chile se encuentran en Asia. En formato vivo y/o fresco, Japón representa un 62% de las importaciones; le siguen Hong Kong, con un 20%, y EE.UU, con un 17%. 
En la actualidad, el mercado asiático es el que ha presentado un mayor crecimiento global; sin embargo, el consumo de abalón se encuentra en transición debido a que su preparación es compleja y el consumidor joven opta por otro tipo de productos del mar para consumir durante festividades y celebraciones, que eran las principales ocasiones de consumo. Es ahí donde se identifican los desafíos generacionales de innovar en productos con valor agregado, que se puedan adaptar a las necesidades de los consumidores en la actualidad y así apuntar a nuevos nichos de mercado, como también potenciar los existentes. 

- ¿Qué consideraciones técnicas y ambientales están aplicando para aumentar el cultivo?

Desde el punto de vista técnico, los desafíos se encuentran en seguir estandarizando y ojalá disminuyendo los costos de producción asociados a este recurso. Esta optimización debe considerar los requerimientos energéticos, bioingenieriles, alimenticios de la especie y la rentabilidad positiva de una producción. Las mejoras productivas también deben estar asociadas al entorno y, por sobre todo, a las componentes ambientales que inciden en el desarrollo productivo. 
A nivel mundial y en las actividades ligadas a la producción y explotación de recursos marinos, se han dirigido los esfuerzos a la aplicación de una adaptación tecnológica en ambiente natural, conocida como Acuicultura Multitrófica Integrada o AMTI. Esta adaptación equilibra aspectos biológicos de los recursos marinos a cultivar en un modelo productivo amigable con el medio ambiente y que se enfoca hacia la creación y, en algunos casos, a la recuperación ecosistémica de sitios altamente impactados por la acción antrópica. El abalón de manera natural forma parte de la cadena trófica marina; su condición de molusco “ramoneador” lo viabiliza como un fiel participante de un prototipo de AMTI, que pueda diversificar el producto final y agregarle valor desde el punto de vista de su origen e inocuidad.   

- ¿Cuáles son las metas concretas que establece el cronograma hasta 2028?

Las metas que establece la Hoja de Ruta hacia 2028 se centran en 5 aspectos: 
a)    Productivos: Elevar las producciones de la industria de las actuales 1300 T/año a 1800-3000 T/año.
b)    Tiempos de cosecha: Disminución de los tiempos de cosecha de 40-48 meses a 34-36 meses.
c)    Rendimientos (Calibre): Estandarizar los rendimientos productivos de los 5 a 7 individuos/kg de la actualidad, hacia 3 a 4 individuos/kg como meta al final de la hoja de ruta.
d)    Mercado: Mantener la participación de la industria en los 8 mercados internacionales actuales, y expandir como meta a 10 mercados internacionales en el futuro.
e)    Productos comerciales: Aumentar los productos comerciales puestos en mercado de 3 a 5-7 al 2028.

- ¿Cuáles son los mayores desafíos y oportunidades, considerando que países como Australia y Sudáfrica son competidores directos, pero además están más cerca geográficamente?

Los principales desafíos comerciales radican en la agregación de valor y aumentar la calidad del producto. La expansión de los productos de gama alta de México y Australia, así como los de gama baja, pero de muy inferior costo de China, han traído consigo una pérdida de mercados para los abalones de gama media, como los que se producen en Chile y Sudáfrica. En base a oportunidades, y analizando la cercanía geográfica, la transferencia de capacidades tecnológicas y humanas toman fuerza como indicador de desarrollo productivo hacia la industria. La asociatividad y retroalimentación internacional es clave para el crecimiento de la industria nacional.

Autores

Gwendolyn Ledger