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Abren primer hostal radioactivo del mundo en Chernobyl
Jueves, Junio 8, 2017 - 11:39

Tiene capacidad para 100 personas y se encuentra en la calle Kirova, ex URSS, hoy Ucrania.

El primer hostal de Chernobyl en el siglo XXI ha abierto sus puertas cerca de la central nuclear, la zona más radioactiva, ha informado un medio local ucraniano en su cuenta de Facebook.

El hostal Polese tiene capacidad para 100 personas y se encuentra en la calle Kirova, en lo que podría ser la ciudad más radioactiva del mundo.

El Polese cuenta con habitaciones individuales y dobles equipadas con televisión de plasma, baño e internet gratis y, a pesar de que a primera vista puede resultar una locura, lo cierto es que se trata de un negocio redondo teniendo en cuenta el auge que ha experimentado el turismo en la zona durante los últimos años.

En marzo de 2017, se supo que existen turistas chinos dispuestos a pagar US$500 por vuelos individuales en helicóptero y viajes en autobús por la 'zona cero' del accidente nuclear más grave del siglo XX.

El 26 de abril de 1986, una explosión en la central nuclear de Chernobyl, cerca de la ciudad de Prypiat, provocó el mayor desastre nuclear de la historia del hombre. Más de veinte años después, los altos niveles de radiación en la zona persisten y el lugar se ha convertido en una auténtica ciudad fantasma.

Algunas películas de terror de bajo prespuesto, y sobre todo videos en Youtube hablan de flora y fauna mutante en las cercanías de la planta. En 2007 un documental británico de 55 minutos llamado "Chernobyl reclaimed" mostró el estado de la ciudad denotando algo aincreible: el entorno natural de Chernobyl, a pesar de la radiación, estaba mejor que bajo la dominación humana, con especies reproduciéndose en estado salvaje."La actividad humana parece dañar más los ecosistemas más que un accidente nuclear", dijo el investigador Jim Smith, investigador de la U. de Portsmouth, en Reino Unido.  

El tema de los efectos en salud, dicen expertos, no se puede evaluar en animales ya que su esperanza de vida es mucho menor a la de los humanos.

Autores

Agencia de noticias Sputnik