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Aeronáutica Civil colombiana dijo no a la integración Avianca-Viva
Miércoles, Noviembre 9, 2022 - 00:18

La entidad determinó que la operación representa riesgos para la competencia y dijo que las aerolíneas no pudieron probar que la crisis económica de Viva la condena a salir del mercado.

Este martes la Aeronáutica Civil de Colombia frenó la integración entre dos de las aerolíneas más importantes del país, una operación importante, pues tenía el potencial de cambiar el mercado del transporte aéreo comercial, y tan polémica que llegó incluso al campo del derecho.

Vale recordar que el abogado Jorge Enrique Sánchez presentó una acción popular para que la justicia interviniera en la operación, y que Avianca a finales de septiembre demandó a Ultra Air por presunto fraude procesal, argumentando que dentro del trámite de solicitud de integración la nueva aerolínea aportó información falsa.

Estas dos acciones son una muestra de lo relevante y controversial de la solicitud que se presentó el 8 de agosto. Pero como lo dijo el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, la decisión no podía dejarlos a todos contentos. Les explicamos qué dijo la autoridad, por qué negó la integración y qué sigue.

La decisión de la Aerocivil

Tras el análisis del equipo técnico y jurídico, la Aeronáutica Civil concluyó que la integración empresarial entre Avianca, Viva y Viva Airlines Perú representa riesgos para la competencia en el sector y el bienestar de los consumidores, pues de aprobarse se podría generar o reforzar poder de mercado.

Dos cifras para entenderlo mejor: las aerolíneas participan en 59 rutas nacionales que movilizan el 93,7% del tráfico doméstico del país (en 29 están ambas). Si se hubiera aprobado la integración, el grupo económico tendría el 100% de la participación en 16 rutas nacionales.

Para Pablo Felipe Robledo, abogado que fue superintendente de Industria y Comercio durante seis años, la integración era evidentemente anticompetitiva, de ahí que celebra la decisión de la entidad. Hay que decir que no solo importa la participación en el mercado nacional, sino también las rutas: Robledo explica que si se hubiera aprobado, en esos lugares donde solo llega Avianca se eliminaba la posibilidad de que entrara otro competidor; donde es dominante, adquiría más dominio porque sumaba la participación de Viva, y en donde hay competencia, se reducía.

La Aerocivil señaló que en términos de libre competencia el país habría retrocedido siete años, entre otras cosas, porque Viva ha dinamizado el sector. Para las otras aerolíneas implicaba “nuevas dificultades para crecer o incursionar en mercados afectados por mayores barreras de entrada y mayor poder de mercado”, pero también perdían los consumidores.

Como lo dijo la autoridad, “el grupo económico tendría más facilidades, incentivos y menores riesgos al aumentar sus precios, reducir frecuencias, cancelar rutas o reducir servicios complementarios”. Dicho de otra forma, implicaba que la empresa podría tomar decisiones que afectaran a los usuarios.

Lo que Avianca y Viva no pudieron probar

La integración, argumentó la entidad, se debía objetar a menos de que las aerolíneas propusieran condicionamientos que eliminaran los efectos anticompetitivos. Pero Avianca y Viva “no ofrecieron remedios”, de hecho pidieron que se aprobara “de forma expedita e integral” bajo la excepción de empresa en crisis”.

Básicamente, para acogerse a esa excepción tenían que probar que la crisis de Viva era de tal magnitud que si no se aprobaba la integración inminentemente saldría del mercado, pero no lo lograron, así como tampoco probaron haber agotado otras alternativas. “En el expediente no reposan pruebas que acrediten que Viva solicitó préstamos a entidades financieras y/o envió ofertas a posibles compradores como fondos de inversión o grupos de inversionistas”, dijo la Aerocivil.

¿Qué sigue?

Alexandra Palomino, de la dirección de transporte aéreo y asuntos aerocomerciales, le dijo a El Espectador que las aerolíneas pueden presentar los recursos de ley, reposición y apelación, dentro de los plazos establecidos. La otra opción es que presenten una nueva solicitud donde se incluyan condicionamientos que ayuden a mitigar los efectos de concentración en el mercado.

Viva aseguró que recibe la decisión “de forma respetuosa, pero con sorpresa” y que revisará las alternativas presentadas por la autoridad, pues se mantiene en que la alianza es necesaria para seguir en el mercado. “Por nuestra parte, y mientras se estudian las posibilidades que como compañía tenemos para la revisión de esta decisión, seguiremos operando como lo hemos hecho a lo largo de nuestros diez años de operaciones y en estos últimos meses, a pesar del difícil entorno macroeconómico que enfrentamos”, dijo la empresa.

Avianca aseguró que “evaluará todas las alternativas legales disponibles para buscar las aprobaciones necesarias”. Adrian Neuhauser, presidente y CEO de Avianca, señaló que la decisión va en contravía de “las necesidades del país y desconoce el potencial efecto que tendría la desaparición de Viva sobre los usuarios y el mercado”.

Para Pablo Márquez, abogado y experto en regulación y competencia, hubo un análisis profundo por parte de la entidad y, sin duda, este es un precedente en las decisiones sobre integraciones empresariales en el sector aeronáutico. “Esta es la primera gran operación que objeta la Aeronáutica Civil entre dos agentes con amplio reconocimiento en el mercado. El análisis impactará los que se realicen en el futuro, especialmente cuando se conozcan las consecuencias de la decisión”.

El experto pone sobre la mesa que lo que pase con Viva de ahora en adelante será determinante para el mercado, ya que su desaparición traería peores consecuencias para la competencia que la integración con Avianca.

Robledo, por su parte, afirma que todavía es posible que se apruebe por medio de los recursos que proceden contra la decisión, como ocurrió hace 20 años con la integración de Avianca y Aces. De ahí que considera vital que el país siga pendiente del tema.

Para Palomino, con esta decisión la autoridad aeronáutica dejó claro que “hace un ejercicio riguroso, serio, técnico y jurídico para proteger el mercado y garantizar una sana competencia”.

Si bien no todo está dicho y en algún punto el rumbo de la decisión puede cambiar, por ahora parece que uno de los movimientos empresariales más importantes (y polémicos) del sector no despegará.

Autores

El Espectador