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Agua y antibióticos, las necesidades de Haití
Sábado, Enero 16, 2010 - 08:07

Socorristas están luchando por llegar a Puerto Príncipe, donde una inestimable cantidad de víctimas permanece enterrada bajo los escombros y miles están durmiendo en la intemperie.

Puerto Príncipe. Agua limpia y antibióticos están entre las mayores necesidades en Haití, cuya capital fue devastada por un enorme terremoto que habría dejado unas 100.000 personas muertas, según estimaciones de expertos en salud.

Socorristas están luchando por llegar a Puerto Príncipe, donde una inestimable cantidad de víctimas permanece enterrada bajo los escombros y miles están durmiendo en la intemperie.

Josh Ruxin, un experto en salud pública de la Columbia University que vive y trabaja en Ruanda, dijo que Haití ya lucha contra el sida, la tuberculosis, enfermedades infantiles y desnutrición.

Algunas de las amenazas a la salud que socorristas y médicos deberán enfrentar en los próximas semanas y días son:

* Hallar sobrevivientes atrapados bajo los escombros y tratar a las personas con heridas graves.

* Diarrea, provocada por agua sucia. La diarrea puede ser tratada con agua limpia reforzada con sal y azúcar, pero esta no estará disponible, por lo que muchos pacientes ancianos e infantiles podrían morir rápido.

* Heridas infectadas provocadas por el terremoto. Antibióticos y vendajes limpios pueden ayudar, pero no hay manera de distribuirlos y los hospitales y farmacias han sido destruidos.

* Brotes de infecciones como el cólera, provocados no por los cadáveres, sino por la contaminación del limitado suministro de agua.

* El Comité Internacional de la Cruz Roja estima que cerca de tres millones de personas heridas o sin techo. La Organización Panamericana de la Salud cita "varias fuentes" que estiman que hay entre 50.000 y 100.000 personas muertas.

* Ruxin y la OPS dijeron que en el largo plazo, deberían construirse hospitales que resistan desastres, con cimientos robustos para mantenerlos operativos.

* Entierros adecuados. El médico Jon Andrus de la OPS dijo que los cuerpos no representan una amenaza a la salud y que un sepulcro apropiado puede aliviar la angustia mental que ciertamente afecta a los sobrevivientes.