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Alexia Keglevich, CEO Global Assist Card: "Tuvimos que transformarnos 100% porque nuestra industria prácticamente murió"
Viernes, Junio 5, 2020 - 15:00

Tras la llegada de la pandemia, la empresa optó por reinventarse y lanzar anticipadamente su nueva unidad de negocios healthtech llamada “Medicall”. Y es que hoy la situación del turismo se mantiene en total incertidumbre y las empresas deben ajustarse a las actuales necesidades.

No estaba programado su lanzamiento para el pasado mes de abril, pero Assist Card decidió que su una nueva unidad de negocio debía ponerse en funcionamiento ante la crisis sanitaria mundial. 

Y es que por un lado, la compañia se vio obligada a redireccionar sus esfuerzos debido a que la comercialización de sus productos se vio fuertemente disminuida tras las masivas cancelaciones de vuelos y cierres de fronteras. Esto los hizo centrarse en la vertical Health, poniendo en funcionamiento a "Medicall" que tiene como propósito brindar servicios de asistencia médica primaria a toda la comunidad local, sin necesidad de que se encuentren de viaje. 

Conversamos con Alexia Keglevich, CEO Global Assist Card, quien nos entrega más luces respecto a esta iniciativa que se encuentra en primera fase y de su importancia en plena pandemia. 

"Creo que la pandemia del coronavirus y su consecuente crisis sanitaria mundial vino a exponer la necesidad de revalorizar la salud humana. No me imagino un futuro próximo donde, por un lado, los viajeros salgan sin una asistencia integral que los proteja en sus imprevistos médicos y no médicos" afirma. 

- ¿Cómo un servicio de asistencia médica primaria llegó a formar una nueva arista del negocio? 

Assist Card adelantó el lanzamiento de Medicall como un servicio a la sociedad para que, a través de la videoconsulta orientativa -a través de una app de Telemedicina- o la visita médica, los ciudadanos puedan continuar con el aislamiento físico y mantener así sus protocolos de prevención. 

Esta nueva unidad de negocio se lanzó también en apoyo al pedido de algunos gobiernos que recomendaron no asistir a centros médicos -a menos que se tratara de urgencias-, y es ahí donde el uso de nuevas modalidades de telemedicina o la visita de un médico a domicilio permiten evitar el contacto y mantener el distanciamiento físico que es esencial para frenar los contagios.

Nosotros ya teníamos el expertise de asistencia médica de los viajeros y, dado que ahora esa industria está paralizada, utilizamos esa capacidad instalada -call center, aplicación de telemedicina y red de prestadores locales- para activarla en el plano local. Lo que hicimos fue reinventarnos, reconvirtiendo nuestro negocio y enfocando todos los esfuerzos en brindar servicios de asistencia médica primaria a toda la comunidad local, sin necesidad de estar de viaje y desde la comodidad y seguridad de su casa. 

Así, Assist Card busca, a través de Medicall, evitar saturar los sistemas de salud y prevenir contagios del COVID-19. Igualmente, es importante resaltar que toda la red de prestadores y profesionales de la salud de la compañía están avalados y cumplen todos los requisitos de los Ministerios de Salud locales.

- Es una iniciativa que está en su primera fase. ¿Cómo podrían describir el impacto?

En términos internos el impacto ha sido importante, tuvimos que transformarnos 100% porque nuestra industria prácticamente murió y no sabemos por cuánto tiempo la situación del turismo se mantendrá en este “modo coronavirus”. Aún es incierto cuándo se reactivarán los viajes y la situación comience a repuntar en la región y en el mundo. 

Los líderes tenemos que ser cautos respecto a cómo será la nueva realidad del mundo de los viajes en modo coronavirus, que de normal no tendrá mucho, sobre todo porque el entramado del turismo involucra a múltiples actores y complejidades. 

Seguramente, en una primera etapa sólo con traslados locales y ya en una segunda etapa con viajes un poco más regulares de larga distancia, pero es difícil predecir cuándo ocurrirá eso, esta pandemia nos ha demostrado que lo que es cierto hoy día, mañana cambia radicalmente, es una situación dinámica y de gran volatilidad y, para eso, hay que estar con la mente y los ojos abiertos, ser ágiles para dar respuestas certeras y de valor que permitan mantener a flote la operación de la empresa.

Con eso en mente, entretanto de que ocurra la reactivación turística, no podemos quedarnos de brazos cruzados por lo que le pusimos el acelerador a unos 350 proyectos que teníamos on-going pre-pandemia. Para ello tuvimos que incorporar a un Chief Transformation Officer que nos ha ayudado en este proceso. 

Es así como hoy logramos desarrollar esta unidad Medicall -con facultativo a domicilio o telemedicina a través de la app- y estamos perfilando también un producto de asistencia a adultos mayores, así como otro para generar diagnósticos certeros digitalizados de enfermedades primarias. Estos dos últimos proyectos están planteados para una segunda fase, en la que seguramente seguiremos apuntando a los servicios y productos que tengan una mayor demanda en este “modo coronavirus de vivir”.

- ¿Quiénes son los principales clientes que usan Medicall? ¿Qué les ha llamado más la atención?

El perfil de los clientes es variado, ya que la cobertura actual del servicio de médico a domicilio no se limita solamente a las grandes ciudades, sino que además está presente en varios países de Latinoamérica como Argentina, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, donde estamos ayudando a no saturar los servicios médicos locales.

En una primera capa, la mayoría de los clientes son usuarios que ya nos conocían o tenían vigente un producto con nosotros, pero también hemos llegado a nuevos segmentos, pacientes que ya sea porque no contaban con un seguro médico local, público o privado, o porque no encontraron la disponibilidad de servicios como los que ofrece Medicall con otros prestadores recurrieron a nosotros para poder atender su problema de salud.

Entre las cosas que más nos han llamado la atención, y es algo que se da en varios países de la región, tiene que ver con la gran cantidad de consultas médicas vinculadas que han sido gatilladas por esta situación de confinamiento que se ha decretado en casi todos los países: la angustia, ansiedad, la depresión y otro tipo de problemas emocionales.

Según algunos especialistas, al menos 7 de cada 10 consultas clínicas en los sistemas de salud de la región podrían generarse debido a problemas psicosomáticos relacionados con el contexto que estamos viviendo, donde el encierro, el aislamiento, la falta de certezas laborales pueden exacerbar emociones que puedan llevar a la depresión. En ese sentido, contar con una asistencia psicológica puede ser muy útil para que los pacientes tengan una orientación y contención emocional a tiempo.

Desde Assist Card, a través de nuestra solución de telemedicina, atendemos consultas de baja complejidad como tos, diarrea, dolor de oídos, fiebre, gripe, dolor de cabeza, contractura muscular, náuseas y vómitos, lesiones leves, dolor de garganta, dolor de cintura o lumbar, ardor al orinar, resfrío y conjuntivitis, dando atención inmediata a los problemas del consultante. 

- ¿En qué se diferencia Medicall con otros servicios de asistencia médica?

Este nuevo servicio no requiere tener una tarjeta de asistencia ni estar afiliado a ningún tipo de seguro médico privado o público o a algún plan de atención complementario. 

La persona interesada solamente se tiene que comunicar a nuestro centro de atención, que funciona 24/7 y desde ahí le van a asignar un médico a domicilio a un bajo costo o bien en el caso de la telemedicina, lo puede autogestionar mediante su celular, es decir, desde comprar hasta recibir la asistencia per se. Se trata de una experiencia on demand.

- ¿Es el rubro de la salud un potencial enfoque para aquellas empresas que hoy están estancadas a causa de la pandemia? ¿pero, cómo diferenciarse del resto?

Me parece que no es llegar y enfocarse en el rubro de la salud, ASSIST CARD tiene un expertise y una red de prestadores que nos ha llevado a ser líderes de la categoría, tratándose de un mercado al que no llegamos por impulso sino por una naturaleza de nuestro servicio, tenemos más de 3 años de experiencia en Telemedicina, año a año ayudamos a millones de viajeros en todo el mundo ante cualquier problemática médica que se les presente durante su viaje y tenemos la estructura humana y tecnológica adecuada para brindar un servicio de calidad en tiempo y forma. 

Durante el periodo de coronavirus hemos visto casos inspiradores en distintos países de Latinoamérica, donde empresas textiles de ropa interior se han reorientado a hacer mascarillas, imprentas 3D que hacían objetos de plástico y ahora desarrollan escudos faciales o la industria automovilística que ha enfocado su know how en producir respiradores artificiales.

Para nosotros, nuestra cultura interna caracterizada por la versatilidad fue clave a la hora de demostrar que a través de agilidad organizacional y de buenas prácticas con nuestros colaboradores nos permitió adaptarnos fácil y rápidamente a este nuevo escenario. Al ser una empresa orientada a la asistencia de personas, anteponemos lo humano ante cualquier cosa y, en ese sentido, el cambio de una venta de asistencia en viajes a soluciones de salud en el mercado local se dio casi de forma natural.

La clave está en hacerse útil en este modo coronavirus, y ahí dependerá mucho del propósito de cada empresa y su capacidad de reinventarse, además de los conocimientos y su estructura para generar un cambio positivo en la sociedad.

- ¿Cómo piensan continuar con esta iniciativa tras la pandemia? 

Medicall, como nueva unidad de negocios que brinda soluciones de salud en el mercado local vino para quedarse, por lo que en el corto y mediano plazo buscaremos seguir dándole robustez a sus servicios, siempre que los mismos den valor agregado a la sociedad. En esta línea, en las próximas semanas estaremos lanzando a nivel regional un servicio de teleasistencia para hacerles la vida más fácil a nuestros adultos mayores, considerados hoy un grupo de riesgo a nivel mundial a causa del coronavirus, pero cuyas necesidades han sido desatendidas durante mucho tiempo.

Autores

Josefina Martínez