Muchas entidades gubernamentales deben desempeñarse en el día a día con bajos presupuestos y objetivos de crecimiento agresivos. Para hacer frente a estos desafíos, necesitan alcanzar el del más alto nivel de desempeño de sus empleados. Y es aquí donde el área de Recursos Humanos debe surgir como el órgano implementador de toda una estrategia de administración del capital humano.
Pero el problema viene cuando quienes conforman el área están dedicados a labores operativas como: captura de datos, revisión de quiénes ascendieron y quiénes abandonaron la organización; reportes de nómina, impresión de recibos, entre otras más.
Aunque estas tareas de mantenimiento son importantes, dejan poco tiempo para que Recursos Humanos haga labor estratégica y cumpla con su principal objetivo, que es desarrollar mano de obra productiva y confiable.
A esto debemos sumar una característica detectada en la manera de administrar el capital humano que tienen la mayoría de los países de Latinoamérica. De acuerdo a una investigación realizada por una importante universidad mexicana, la mentalidad latinoamericana sobre los recursos humanos sitúa a la persona en el centro, y esto significa que la práctica de los recursos humanos se considera defensora de los servicios a los empleados en lugar de un mero agente de la organización. Esta idea, centrada en el individuo, se convierte en un factor que resta competitividad si se la compara con aquellos países que centran sus esfuerzos en el rendimiento.
Para lidiar con esta situación ya existen soluciones tecnológicas que ayudan a las instituciones públicas a implementar automatizaciones para la gestión de procesos como nómina y beneficios, entre otros; el seguimiento del desempeño laboral (actividad, puntualidad, etc.); el autoservicio de la fuerza de trabajo a través de estas aplicaciones, y la administración del talento (reclutamiento, desarrollo profesional, ascensos, y más). Con la tecnología, los organismos públicos pueden alinear sus operaciones en materia de recursos humanos para brindar un mejor servicio a la ciudadanía y hacer eficientes sus presupuestos.
Planes de carrera objetivos y redituables para las organizaciones de gobierno. A través de la automatización de las tareas administrativas diarias, el equipo de Recursos Humanos podrá concentrarse en actividades estratégicas, como el reclutamiento de las personas adecuadas.
Ahora, la selección automatizada de empleados se encargará de desarrollar el proceso de selección y calcular el tiempo que tomará al área recabar información del prospecto, así como cuántos minutos habrá que invertir en una entrevista de trabajo.
Con respecto al manejo de talento, los usuarios de este tipo de soluciones experimentan una mejora significativa en áreas como retención, compromiso empleado-organización y ascenso. Esto impacta positivamente en la productividad y la atención a cliente/ciudadano.
Por otra parte, la administración de los recursos humanos incrementa su calidad gracias a que estas plataformas proveen las aplicaciones necesarias para unir las metas individuales de la fuerza de trabajo con los objetivos de la organización. Esta información, en el mediano y largo plazo, se convierte en una útil herramienta para retener al talento y elegir mejor a los candidatos en caso de contratación y ascenso.
Con este tipo de soluciones tecnológicas, las instituciones públicas tendrán las herramientas necesarias para proponer los planes de carrera adecuados, no sólo para su fuerza de trabajo, sino para la ciudadanía también. Esto repercutirá en una correcta administración de recursos, transparencia en el manejo de nómina, incremento en la productividad de los trabajadores y, desde luego, una mejora en la calidad en el servicio a la sociedad.
