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La versión 2.0 de Oriente Medio
Vie, 16/06/2017 - 10:09

Bassam Sebti

¿Hacia dónde emigran los talentos del mundo?
Bassam Sebti

Bassam Sebti se desempeña en el Banco Mundial como editor web y de redes sociales para la zona árabe.

Seamos honestos. La región de Oriente Medio y Norte de África atraviesa por una situación candente, y algunas zonas están literalmente en llamas. Los conflictos y la fragilidad han afectado negativamente por mucho tiempo lo que una vez fue la cuna de la civilización y de inspiración para muchos de los inventos sin los cuales no podemos vivir hoy. Sin embargo, en medio de esa agitación aumenta la esperanza, un factor que está transformando la desagradable realidad en un futuro más brillante.

Después de que escapé de la guerra en Iraq en 2006, no era muy optimista sobre el futuro de la región. Año tras año, el efecto dominó del colapso se convirtió en una realidad que dio forma a la región y sus habitantes. Sin embargo, al avanzar rápidamente a 2017, he sido testigo de lo que nunca pensé que vería en mi vida: el nuevo renacimiento de Oriente Medio y Norte de África.

Recientemente asistí al Foro Económico Mundial sobre Oriente Medio y Norte de África (i) en el Mar Muerto en Jordania. Este año, el Foro y la Corporación Financiera Internacional (IFC), (i) la institución miembro del Grupo Banco Mundial que se ocupa del sector privado, se asociaron para reunir a 100 nuevas empresas árabes que están dando forma a la Cuarta Revolución Industrial.

Allí, la onda positiva se multiplicó, no hubo negatividad ni pesimismo. En cambio, había un nuevo sentido de optimismo y entusiasmo, ansias de cambio y voluntad de conducir a la región hacia un nuevo futuro, alejado de los conflictos y del pesimismo actual.

Jóvenes y perseverantes

Durante la conferencia, estuve rodeado de mujeres y hombres jóvenes cuyas ideas de nuevas empresas fueron revolucionarias. Al hablar con ellos, me di cuenta de que son los verdaderos líderes del positivismo en la región. Son los que contribuyen al cambio.

Un ejemplo es Charlie El Khouri, (i) de 24 años de edad, procedente del Líbano. El emprendimiento que cofundó, NAR, (i) surgió después de un incendio. Nar significa fuego en árabe. En 2014, un incendio masivo estalló en un bosque cerca de un suburbio de Beirut. Él se preguntó si un dron podría haber ayudado a los bomberos a monitorear el incendio, predecir a dónde se dirigía y detenerlo mucho más rápidamente. Fue entonces cuando con su socio Nicolás Zaatar, un compañero de la Universidad Libanesa Americana, transformaron esa idea en algo concreto y fundaron NAR.

Otro ejemplo es Sana Hawasly, de Siria, país vecino que ha sido destruido por la guerra. Ella cofundó Daraty, (i) un emprendimiento que diseñó una herramienta de hardware conectada a una aplicación móvil para enseñar a los niños los principios de la electrónica sin necesidad de la supervisión de expertos. Esquivando los desafíos de su país, la empresa de Sana y su socio AlHasan Muhammad Ali surgió como una manera de facilitar y simplificar el aprendizaje de la electrónica.

En la ciudad palestina de Ramallah, ubicada en las cercanías, Ayman Arandi fundó Iris Solutions, (i) una empresa especializada en tecnología interactiva. En Iris se diseñan e implementan salas sensoriales, es decir salas de relajación con luces, música y elementos visuales que pueden aumentar el bienestar y disminuir el estrés. Hasta el momento, se han instalado 50 de estas salas en escuelas y hospitales en la Ribera Occidental, donde se prestan servicios a más de 10 000 niños y adultos. Entre sus beneficiarios se encuentran menores diagnosticados con autismo, trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y discapacidades. Su último proyecto son habitaciones especiales en un hospital público palestino, en que se atienden a niños con quemaduras graves en la piel.

A cientos de kilómetros de distancia, en la ciudad de Dubái, una joven libanesa tiene una misión: ayudar a los trabajadores por cuenta propia de la región a encontrar empleos que se ajusten a sus habilidades y pasiones. Para lograr su tarea, Loulou Khazen Baz, (i) de 35 años, fundó Nabbesh.com. (i) En la actualidad, 100 000 personas usan la plataforma para buscar trabajo en empresas como IBM, General Electric, y decenas más.

*Esta columna fue publicada originalmente en la zona de blogs del sitio web del Banco Mundial.

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