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¿Qué significa invertir en tecnología?
Mié, 13/06/2012 - 16:25

Pablo Henríquez

¿Qué significa invertir en tecnología?
Pablo Henríquez

Pablo Henríquez es vicepresidente de Procesix Inc., consultora internacional y SEI Partner. Es ingeniero civil en Informática de la Universidad Técnica Federico Santa María (Chile), y Certified SCAMPI Lead appraisser para CMMI, y autorizado por el Software Engineering Institute y el Carnegie Mellon University para evaluaciones SCAMPIs, clase A, B y C.

A pesar de las buenas intenciones que hay en Chile, de aumentar el 0,7% actual del PIB que se invierte en ciencia y tecnología, es fundamental detenerse a pensar hacia dónde apuntan los recursos y, en definitiva, qué significa invertir en tecnología, pues no se trata sólo de comprar computadores y ponerlos en las escuelas de bajos recursos para navegar por internet y escribir en word. Eso es apenas una pequeña parte, pero no lo único.

Invertir en tecnología implica disponer recursos, económicos, técnicos y humanos, tanto en la concepción del uso de la tecnología, como en la forma en cómo se usará la tecnología de manera efectiva y eficiente; la automatización de procesos; la disponibilidad de los equipamientos para hacer uso de dicha automatización; el recurso humano para que utilice eficientemente la tecnología; para que ésta, finalmente, sea una herramienta para el mejoramiento de la calidad de vida y no un fin en sí mismo. Esto es que la tecnología esté al servicio de la sociedad en todo su conjunto: organizaciones, empresas e individuo.

Invertir en tecnología significa también un cambio en la mentalidad referente a la forma en que se generan los productos y servicios. En ese sentido, aún existe mucho esfuerzo heroico, donde se dilapidan recursos en forma indiscriminada porque no hay visibilidad de lo que se tiene y de lo que se quiere.

Existen diversos casos, en los cuales los resultados han sido nefastos, debido a que los procesos a su alrededor no funcionaron; a pesar de que la tecnología estaba, pero no hubo control de calidad, por lo tanto, el resultado fue con error, lo que es lógico, porque el resultado es la sumatoria de los factores que se usan en la fabricación de un servicio o producto. Si ello se hace ineficientemente, habrán muchos más errores. Por lo tanto, es indispensable profundizar en la capacitación de quienes generan productos y servicios de tecnología. No sólo en lo técnico, sino en cómo pueden hacer para inyectar menos errores.

Eso implica la necesidad urgente de invertir en equipos de alto rendimiento con compromiso y esfuerzo, con habilidades que vayan de lo técnico a lo más humano, para que sepan cómo planear, hacer seguimiento, evaluar calidad, tomar decisiones objetivas y no visearles. Es decir, trabajar en equipo, de manera planeada, organizada y medida, con horarios eficientes sin dejar todo para última hora. Aquí, el concepto de planeación no es sólo un cronograma, sino también saber dónde y cuándo puede surgir una equivocación y ver de qué forma evitarla y/o solucionarla. Y eso, debe partir desde la formación técnica y universitaria.

Un equipo de alto rendimiento puede llegar a fabricar software con cero error. Eso ya es una realidad. No obstante, debemos pasar del discurso al hecho y para ello la industria debe hacer un esfuerzo y comprometerse con valores basados en la eficiencia, con formas de trabajo y mediciones objetivas de clase mundial. Saber dónde invertir. Sólo así se tendrá una industria que pueda crecer ordenadamente, sustentable y competitiva, que genere beneficios a las personas y a la sociedad en su conjunto. Aunque no lo parezca, es una cuestión de responsabilidad social.

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