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Ser o no ser, tevé o no tevé en Chile
Vie, 04/09/2015 - 10:48

Patricio Díaz

El accountability que aflora en Chile
Patricio Díaz

Patricio Díaz es Sub Editor de AméricaEconomía.com. y Master en Ciencias Políticas.

Me gusta ver televisión. No soy fanático, pero tampoco ando por ahí como muchos seudos intelectuales que afirman que no ven TV abierta porque es mala, la programación una mierda. Porque hay poca o nada cultura y un cuanto hay de críticas hacia el contenido que aflora de esa cajita rectangular que ahora más bien parece un block de dibujo, por las dimensiones de los smart tv.

Aunque entiendo esas críticas que apuntan a la escasez de canales culturales, a la ausencia del arte, a los pocos espacios para el debate, en fin, dardos contra una industria desde el estereotipo como exclusivamente mercantil, donde no cabe ni un átomo de cultura, y manejada por ingenieros y empresarios que de números saben mucho, porque lo único que les interesa es el rating, el bendito rating, una medición implacable que puede endiosar a figurillas y matar a otras que necesitan tiempo para demostrar todo su talento.

Otro ejemplo de la necesidad inmediata de los resultados es lo que está sucediendo en Chilevisión y la hecatombe provocada tras la salida de su ex director ejecutivo Jaime de Aguirre, hace un par de meses. Despidos, renuncias de rostros emblemáticos y fin de programas que marcaban la agenda son una demostración de un rudo axioma de los negocios: lo que no vende, no sirve.

Sin embargo, no todo es negocio. También debiera haber una autoexigencia por la calidad de los contenidos. Como televidente puedo decir que nuestra TV no evoluciona. Repite las mismas formulas de la televisión española o argentina una y otra vez. Como ejemplo, estoy hasta la coronilla con los espacios de talk shows. Quizás la sociedad chilena necesita dialogar más, es cierto, pero al parecer hay alguien buscando grandes ideas en el archivo histórico de Youtube, donde destaca el modelo que David Letterman impulsó con éxito en 1982, con el programa "Late Night with David Letterman", que presentaba en la NBC y que durante 22 años presentó en CBS, bajo el nombre de "Late Show with David Letterman"; o el mismo Larry King, que en 1985 lanza su internacionalmente conocido programa nocturno de entrevistas "Larry King Live", emitido por la cadena televisiva CNN.

Si no son talk shows, son teleseries turcas. ¿Algo nuevo? Nada, pero los genios detrás de pantalla todavía creen que el televidente es una especie de ser alienado, que sólo recibe golpes visuales, tal como el gato porfiado recibe bolas sin jamás caer.

Lamentablemente este panorama se agudizará, porque los números totales de la industria no han sido positvos. Durante 2014, la suma de los resultados de los canales de televisión arrojaron pérdidas por cerca de $36.000 millones (US$52,2M), muy distante de los $4.266 millones (US$6,1M) de ganancias obtenidos en 2013.

En cuanto a ingresos el panorama no varió mucho. La industria obtuvo ganancias por $269.441 millones (US$390,8M a diciembre, 2,3% menos que en 2013. Mientras, los costos subieron 10,5%.

En fin, si no puede pagar tv por cable y con suerte accede a internet, es mejor que apague la cajita y se deje llevar por las azarozas y maravillosas historias dentro de un libro.

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