A esta altura sabemos que los Smart TV corresponden a una nueva generación de dispositivos, representando una fusión entre televisores y computadores. Y es justamente esta unión de tecnologías la que transforma en un jugador fundamental de la industria a los desarrolladores de aplicaciones, ya sean estos empresas o simples entusiastas, entregándole nuevas funcionalidades a esta familia de aparatos con mucha potencialidad pero ávidos de grandes ideas.

La oferta por equipos de televisión inteligente, o Smart TV, disponible en el mercado crece todos los días. Cada fabricante con sus propias innovaciones y todos tratando de convertirse en el estándar de la industria.

Actualmente, una gran batalla de la industria es lograr atraer la suficiente cantidad de aplicaciones a los Smart TV que, de otra forma, sólo serían televisores con Wifi. Son las aplicaciones las que aprovechan el potencial de estos equipos y que hacen que un consumidor se decida por una u otra plataforma.

Ahora, ¿qué están haciendo los fabricantes de televisores en este sentido? Hay algunos que han creado concursos de desarrollo de aplicaciones con suculentos premios para incentivar a independientes a participar. Otros, han optado por financiar ideas de aplicaciones de terceros. No obstante estas buenas iniciativas, creo que los fabricantes deberían alinearse bajo un estándar y ponerse de acuerdo en un modo de construir aplicaciones. Algunos desarrolladores de estas tecnologías entendieron esto y ya lo están haciendo.

Las aplicaciones son la esencia de los Smart TV. Lo único que hace que un televisor, con tecnología similar a la que podemos encontrar en un computador, pueda ser considerado un Smart TV, son sus aplicaciones, ya que ellas son las que le entregan sentido a todos esos componentes electrónicos.

Así el televisor de la casa podría ser un canal de comunicación entre amigos y familiares, gracias a mensajería con soporte de audio y video; también podría ser un álbum de fotos de tus amigos extrayéndolas desde Facebook. Podría ser la manera de disfrutar de contenido gratuito o de pago en internet.

Las posibilidades son infinitas y el éxito o fracaso de estas plataformas vendrá dictado casi exclusivamente por la cantidad de desarrolladores y aplicaciones se logren generar para ellas.