La Encuesta Nacional de Violencia Intrafamiliar muestra un incremento en la prevalencia de la violencia psicológica hacia la mujer. De 16,8% pasó a un preocupante 20,2%.

En el contexto laboral, el escenario no es mucho más prometedor: nueve de cada diez mujeres se sienten discriminadas en su trabajo en Chile, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Anual de Corporación Humana.

Las mujeres chilenas con educación superior ganan 65 % del sueldo de un hombre con el mismo nivel educacional. Esta brecha es más alta que el promedio en los países de la OCDE (9 puntos porcentuales), pero similar a otros países latinoamericanos como Brasil, Colombia y Costa Rica.

Para lograr un cambio, no solo es imprescindible una fuerte modernización legal y administrativa que impida la desigualdad en todo ámbito, sino también es importante generar cambios en la base: en el sistema educacional primario, secundario, técnico, universitario y de posgrado, donde se generen los cimientos claros para una verdadera "reprogramación" social.

Ya hay países que están dando un ultimátum a este asunto. Recientemente, en Francia el gobierno les dio tres años a las empresas para que analicen las brechas salariales internas entre hombres y mujeres, y así de aquí al 2022 deberán erradicarlas, para que ambos ganen lo mismo.