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El difícil camino a la recuperación en Ecuador
Jue, 22/07/2021 - 09:49

Roberto Salas Guzmán

Un nuevo enfoque gerencial
Roberto Salas Guzmán

Roberto Salas Guzmán es ecuatoriano, economista de la Universidad Católica de Guayaquil. Posee un MBA de ESADE (España) y de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile). Así como estudios de gerencia en Kellog Business School de la Northwestern University y en Wharton Business School de la University of Pennsylvania. Es ex CEO de Masisa SA, fundador de Sustainable Management Iniciative, director de empresas, columnista y expositor.

Recuperar la economía de un país como Ecuador es ya un camino complejo, y hacerlo instalando un nuevo modelo de desarrollo económico y social, con la pandemia aún sin terminar, puede ser una odisea.  Posible solamente si una buena mayoría de la sociedad civil asume también el compromiso y se suma de manera activa a esta misión.

Honrar la crisis

El país puede tener la gran oportunidad de demostrar su resiliencia ante la crisis regenerando  sus capacidades institucionales y recuperando su nivel de actividad más allá de lo que ocurría antes de la crisis sanitaria, recordando que la situación en ese momento no era óptima.  De hecho, había  recesión económica y una fragmentación social muy fuerte. Por lo tanto, volver a lo mismo sería perder, y para honrar esta crisis es necesario salir fortalecidos y mejorados respecto  a lo anterior.

Necesidad de un cambio de rumbo

Un cambio es necesario para obtener mejores resultados. Y ese cambio se definió en la elección de la mayoría de los ecuatorianos el 11 de abril pasado, cuando se decidió ir hacia un modelo económicamente más liberal, dada la escasez de recursos estatales, que logre impulsar un crecimiento más sostenido, y más responsable en lo social y ambiental, junto con una mayor cohesión social y participación de la sociedad civil.

Fortalezas y debilidades

Esto requiere sacar provecho de las fortalezas internas y externas del nuevo gobierno: Su alta aceptación inicial sobre el 70%, el efecto estabilizador que brinda la dolarización, el buen momento de las exportaciones, la mejora en la percepción de riesgo país, las tendencias preocupantes en países vecinos tradicionalmente atractivos para la inversión, y los sectores emergentes de alto potencial como la minería y la exportación de productos agrícolas no tradicionales.

Así también se deben considerar algunos desafíos presentes y aún no resueltos como: La crisis sanitaria con serias repercusiones sociales y en el empeoramiento de la situación fiscal, la baja representación del gobierno en la Asamblea, los compromisos aún pendientes con el FMI, un equipo político del gobierno aún por demostrar capacidades, la influencia de la oposición y algunas organizaciones sociales.

Etapas distintas

La recuperación en su primera fase sabemos que dependerá de la vacunación masiva que avanza satisfactoriamente luego de la llegada masiva de vacunas y la colaboración del sector privado, la obtención de financiamiento para cubrir las necesidades de la brecha fiscal inmediata y la focalización de subsidios sobre todo de las tarifas eléctricas y los combustibles. Pero a mediano plazo será importante tener resultados en el crecimiento de las exportaciones petroleras y no petroleras junto a un flujo visible de inversiones muy superior a lo que se vio en los últimos años. Por esto es importante lograr las reformas legales necesarias para impulsar un modelo basado en exportaciones e inversiones, que no sólo fortalecerá la dolarización, sino también a la generación de empleo y acceso a oportunidades.

En conclusión

Esto no es gratis, se requiere sacrificios de corto plazo y sobre todo de la comprensión, el consenso, o al menos de la tregua, de algunos sectores sensibles a la obstrucción y movilización por defender un statu quo insostenible.  Esta es la parte más difícil del camino a la recuperación.