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La magia de AMLO tampoco emociona a los inversionistas
Mar, 16/07/2019 - 09:37

Leo Zuckermann

¿Puede comprarse el voto en México?
Leo Zuckermann

Leo Zuckermann es analista político y académico mexicano. Posee una licenciatura en administración pública en El Colegio de México y una maestría en políticas públicas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Asimismo, cuenta con dos maestrías de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde es candidato a doctor en ciencia política. Trabajó para la presidencia de la República en México y en la empresa consultora McKinsey and Company. Fue secretario general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde actualmente es profesor afiliado de la División de Estudios Políticos. Su columna, Juegos de Poder, se publica de lunes a viernes en Excélsior, así como en distintos periódicos de varios estados de México. En radio, es conductor del programa Imagen Electoral que se trasmite en Grupo Imagen. En 2003, recibió el Premio Nacional de Periodismo.

Por la renuncia del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, tuve que hacer un obligado paréntesis el día de ayer en mi serie de artículos sobre las percepciones que tienen los ciudadanos, expertos e inversionistas sobre la economía mexicana. Hoy retomo este tema.

Para los ciudadanos, el triunfo y toma de posesión de AMLO generó una impresionante esperanza sobre el futuro económico del país. Nunca se había alcanzado un optimismo prospectivo como el actual. En este sentido, caracterizaba a López Obrador como un mago para vender un mejor futuro. A diferencia de los ciudadanos, los expertos tienen una percepción más pesimista de la economía mexicana. En cuanto a los inversionistas —la gente que toma las decisiones de invertir más o menos dinero en México—, sus percepciones tampoco son nada halagüeñas ni retrospectiva ni prospectivamente.

El módulo de “expectativas de inversionistas” de oraculus.mx está basado en la encuesta bimestral que realizan Credit Suisse, junto con Buendía & Laredo, a 86 inversionistas institucionales, 54 con residencia en México y 32 en el extranjero. Por el tamaño de la muestra, no es representativa desde el punto de vista estadístico, pero sí indicativa de lo que está pensando esta población que mete o saca millones de dólares en nuestra economía, tanto en instrumentos de renta fija como variable.

Retrospectivamente, en mayo de 2019, el 89% de estos inversionistas consideró que la situación actual de la economía mexicana estaba peor que hacía un año (mayo de 2018). Prospectivamente, el 70% pensaba que el entorno económico estará peor en los próximos 12 meses (mayo de 2020). Sólo el 22% creía que era un buen momento para agregar posiciones de riesgo en activos financieros mexicanos. Un 30% respondió que subirá la exposición de estos activos en su portafolio en los próximos 12 meses. En cuanto a la Bolsa Mexicana de Valores, el 42% expresó que, en pesos, en un periodo de un año, estará en niveles más bajos; 28% consideró que estará más alto.

Como puede verse, el gobierno de AMLO no acaba de emocionar a los inversionistas nacionales y extranjeros al punto de querer comprar más instrumentos financieros mexicanos. Este asunto se ve con mucha claridad cuando se les pregunta a los inversionistas qué país latinoamericano es el que tiene mejores prospectos económicos en el mediano plazo. Número uno en la lista: Chile. Dos: Brasil. Le siguen Perú en el tres y Colombia en el cuatro. México, finalmente, aparece en el quinto sitio. Los cuatro primeros lugares los tienen países que actualmente son gobernados por la derecha. Esto suele gustar a los inversionistas, que se sienten más a gusto con ellos que con los gobiernos de izquierda, a quienes suelen ver con mayor desconfianza. La izquierda en América Latina siempre ha tenido que remar a contracorriente con los inversionistas. Deben demostrar que no harán locuras que pongan en peligro el valor de los activos financieros.

En este sentido, resulta interesante ver lo que opinan los inversionistas sobre los aspectos que pueden poner en peligro el retorno de sus inversiones en activos financieros mexicanos. Número uno en la lista: la incertidumbre sobre las perspectivas económicas del país. Número dos: la incertidumbre sobre las perspectivas políticas. La realidad es que AMLO sigue sin convencerlos. Por eso estamos en el quinto sitio de sus preferencias en la región latinoamericana.

Dos últimos datos interesantes. El 51% de los encuestados cree que, entre mayo de 2019 y 2020, bajará por lo menos en una ocasión la calificación de la deuda soberana mexicana denominada en moneda extranjera. En cuanto a la misma deuda, pero expedida por Pemex, el 58% piensa que degradarán su calificación.

Ahora que tenemos un nuevo secretario de Hacienda sería bueno que revisara estos números. Los ciudadanos están muy esperanzados en un mejor futuro económico del país, pero no al punto de cambiar sus decisiones de consumo. Los expertos están pesimistas tanto en sus evaluaciones retrospectivas como prospectivas. Por eso vienen bajando cada mes sus pronósticos de crecimiento económico para 2019 y 2020. En cuanto a los inversionistas, no acaba de convencerles el gobierno de AMLO. Siguen invirtiendo en el país por las altas tasas de interés, pero no les parece atractivo México comparado con otros países de América Latina.

Los datos pormenorizados se pueden encontrar en oraculus.mx. No estaría mal que Arturo Herrera se diera un tiempecito para consultarlos y entender el gran reto que enfrenta.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excélsior.com.mx.

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