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Los alcances de la contraofensiva Ucraniana
Lun, 20/11/2023 - 08:30

Farid Kahhat

Las buenas noticias que trae el fallido atentado a Times Square
Farid Kahhat

Peruano, doctor en Relaciones Internacionales, Teoría Política y Política Comparada en la Universidad de Texas, Austin. Fue comentarista en temas internacionales de CNN en español, y actualmente es profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP (Perú) y analista internacional.

 En general, sin embargo, había cierto consenso en torno al hecho de que no se habían visto líneas defensivas comparables desde el desembarco aliado en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Y esa experiencia histórica sugería tener en cuenta ciertas consideraciones al evaluar la contraofensiva ucraniana.

En primer lugar, había que recordar que el 6 de Junio de 1944 (el denominado “Día D”, en que se inició el desembarco en Normandía), murieron 4,414 soldados aliados. Es decir, cabía esperar que el costo inicial de cualquier avance ucraniano fuera bastante elevado (como luego probarían las fuentes de inteligencia). Había que recordar también que, tras superar la primera línea defensiva en las palayas de Normandía, las tropas aliadas no tuvieron avances territoriales significativos hasta el primero de Agosto de 1944 (es decir, casi dos meses después del inicio de la ofensiva).

Pero también era necesario recordar que, una vez vencida la última línea defensiva alemana, el avance posterior fue relativamente rápido. Y los hechos sobre el terreno de combate en la Ucrania de hoy sugieren también una lección sobre el papel de la tecnología en la guerra: esta puede complementar a la infantería, los blindados y la artillería, pero no puede reemplazarlos.

Un ejemplo de ello es el hecho de que, según fuentes de inteligencia occidentales, Ucrania identifica la mayoría de sus blancos a través de drones conectados a sistemas de comunicación satelital, pero luego son las fuerzas de tierra las que atacan esos blancos (Ucrania apenas si cuenta con aviación o marina capaces de operar en el contexto de la guerra).

Sin embargo, hechas esas salvedades, parece poco probable que la contraofensiva ucraniana consiga su objetivo de cortar el puente terrestre que une el Dombás con Crimea. De hecho, más que intentar continuar con el avance en esa dirección, las fuerzas ucranianas parecen priorizar ahora una guerra de desgaste con la expectativa de retomar la contraofensiva bajo circunstancias más propicias en el futuro.

El problema con eso es que la planificación ucraniana sobre el futuro de la guerra depende en gran proporción de una variable sobre la cual no ejerce mayor control: la voluntad de los Estados integrantes de la OTAN de seguir brindándole ayuda económica y militar. Y los cambios políticos que podrían producirse dentro de algunos Estados que integran la OTAN no serían un buen augurio en esta materia.

Es cierto que existen diferencias tanto dentro de la derecha radical europea como dentro de la estadounidense sobre la invasión rusa de Ucrania. Pero, en general, es entre las fuerzas de la derecha radical en ambos continentes en donde se encuentra el mayor respaldo a Rusia en la guerra en curso (podría decirse algo similar sobre las fuerzas de izquierda radical pero, a diferencia de la derecha radical, sus perspectivas de crecimiento electoral en Europa y los Estados Unidos parecen limitadas). E incluso aquellas fuerzas de la derecha radical que no respaldan a Rusia suelen relievar el costo que, para los ciudadanos de su país, tiene la guerra, en general, y el respaldo a Ucrania, en particular (por ejemplo, padecer la mayor inflación en más de cuarenta años).

Por ello, serían menos proclives a sostener ese respaldo por tiempo indefinido (3).    

En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, el canal de noticias Fox formuló la siguiente pregunta a los precandidatos republicanos a la nominación de ese partido para asumir la candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2024 en los Estados Unidos: “¿Oponerse a Rusia en Ucrania constituye un interés estratégico vital para nuestra nación?”(4)  

Las respuestas de los dos únicos precandidatos con una intención de voto de dos dígitos en las primarias republicanas fueron sumamente reveladoras. Donald Trump respondió: “No, pero lo es para Europa. Pero no para los Estados Unidos. Es por eso que Europa debería pagar mucho más que nosotros, o igual”(5)  (de hecho, la ayuda económica y militar de los países europeos a Ucrania ya supera a la estadounidense). Ron De Santis, a su vez, respondió lo siguiente: “Mientras los Estados Unidos tienen muchos intereses nacionales (…) involucrarse más en una disputa territorial entre Ucrania y Rusia no es uno de ellos”(6). 

La paradoja que enfrenta hoy Ucrania es que se viene resquebrajando entre sus aliados de la OTAN el consenso para respaldarla por tiempo indefinido en una guerra de desgaste. Por eso era importante que la contraofensiva ucraniana obtuviera el mayor éxito posible, haciendo así más probable el final de la guerra.

Dado que ese no parece ser el caso, Ucrania no puede dar por descontado que seguirá teniendo entre sus aliados de la OTAN el respaldo necesario para lanzar una nueva ofensiva hacia mediados de 2024.

De hecho, las declaraciones de los precandidatos republicanos brindan incentivos al gobierno ruso para aceptar la guerra de desgaste que ahora plantea Ucrania, bajo el supuesto de que el tiempo juega en su favor.

Prueba de ello son declaraciones a un medio occidental del canciller ruso, Sergei Lavrov, en las que sostiene lo siguiente: “(…) Los líderes occidentales repiten (…) que respaldarán a Kiev por tanto tiempo como sea necesario. (…). Dicho eso, los Estados Unidos no tienen el mejor récord cuando se trata de respaldar a sus aliados. Baste recordar el retiro abrupto de su ayuda militar a Vietnam del Sur en 1973 y al régimen de Ashraf Ghani en Afganistán en 2021, (…) esas acciones causaron la caída inmediata de los gobiernos leales a los Estados Unidos”(7) .

  

Notas:

(3)  The Economist, The hard right is getting closer to power all over Europe, 14 de Septiembre de 2023. 
https://www.economist.com/briefing/2023/09/14/the-hard-right-is-getting-closer-to-power-all-over-europe

(4)  Joseph Wulfsohn, Republican 2024 hopefuls respond to Tucker Carlson's questions about their stance on Russia-Ukraine war, Fox News, 13 de Marzo de 2023. 
https://www.foxnews.com/media/republican-2024-hopefuls-respond-tucker-carlsons-questions-about-stance-russia-ukraine-war

(5)  Ibid. 

(6)  Ibid. 

(7)  Foreign Minister Sergey Lavrov’s interview with The International Affairs journal, August 19, 2023. https://mid.ru/en/foreign_policy/news/1900998/

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