A pesar de la quiebra de Mt. Gox, la presión china y el subsecuente derrumbe de su precio, Bitcoin solidificó su posición reinante entre un centenar de criptodivisas.

Una serie de anuncios de alto impacto parecen confirmar que 2014 será un año fundamental para el desarrollo y la adopción global de Bitcoin.

A finales de mayo, el mundo se sorprendió al enterarse de que el proveedor de televisión satelital DISH comenzará a recibir pagos en Bitcoin a partir del tercer trimestre del año

Con 14 millones de usuarios sólo en Estados Unidos, se transformó en la empresa más grande en aceptar criptodivisas.

Y así fue, por menos de dos meses. El viernes pasado, Dell anunció que aceptará pagos en bitcoins para la compra de todos los productos comercializados en su sitio.

Gracias a sus ingresos de US$57.000 millones anuales, la firma tecnológica cuadriplica en tamaño al operador satelital y otorga nuevo vigor a la causa de la moneda virtual.

La noticia también revela el avance de Coinbase, que maneja ambas cuentas, sobre su competencia y confirma su posición dominante en este mercado.

A pesar de la quiebra de Mt. Gox, la presión china, las causas vinculadas a actividades ilegales y el subsecuente derrumbe de su precio, Bitcoin solidificó su posición reinante entre un centenar de criptodivisas, que comienzan a transitar el camino irreversible hacia su desaparición.

La validación plena necesitará mayores esfuerzos y exigirá la aceptación de uno de los grandes actores internacionales del comercio electrónico: Alibaba, Amazon o eBay.

Hasta que se resuelva el grado de compromiso regulatorio tolerable, Bitcoin seguirá siendo un experimento relegado a circuitos especializados y un rumor de pasillo para el gran público y el establishment financiero.