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4 consejos para enviar el e-mail perfecto
Jueves, Junio 5, 2014 - 14:53

Experto explica cómo un correo electrónico revela rasgos de la personalidad de quien lo escribe y da consejos para no caer en errores.

Escribir y enviar un correo electrónico puede ser cuestión de segundos, o puede ser el resultado de un largo proceso de meditación. Entre los dos extremos, el de la espontaneidad y la relectura constante, hay un punto en el cual el emisor debería considerar cómo esas palabras impactarán en la persona que las reciba.

Es que, según escribió en la revista Fast Company el doctor Tomas Chamorro-Premuzic, experto internacional en perfil psicológico, análisis de consumidor y manejo de talentos, un correo electrónico puede revelar mucho acerca de la personalidad de quien lo escribe. A su vez, la impresión que el destinatario recibe puede beneficiarlo o perjudicarlo. Si bien no todo depende de cómo está escrito el mail, el emisor puede tomar en cuenta estos cuatro puntos antes de apretar el botón de “Enviar”.

1. “Tus palabras te definen”

Según Chamorro-Premuzic, las personas utilizan el lenguaje de diferentes maneras. Dichas diferencias se deben a sus personalidades únicas, aunque se escriba de forma espontánea e inconsciente. Así, hay estudios que relacionan determinadas palabras con ciertos aspectos psicológicos. Por ejemplo, los extrovertidos suelen reiterar las palabras relacionadas con la diversión, como “música”, fiesta” y “tragos”. En tanto, los narcisistas repiten palabras como “yo” y “mi”. “Estrés” y “enojado” suelen aparecer en los mails de las personas negativas.

2. “No es solo lo que dices, sino cómo lo dices”

Incluso cuando las palabras que emplean son similares, el estilo de comunicación varía de una persona a otra. Según el experto, la ausencia de errores tipográficos puede reflejar a una persona meticulosa, perfeccionista e incluso con rasgos obsesivos. Asimismo, una gramática pobre es signo de un bajo coeficiente intelectual y menor inteligencia académica. Por su parte, los emoticones en un mail pueden interpretarse de dos maneras: como una muestra de simpatía en caso de que el correo sea informal o de inmadurez si se trata de un correo electrónico relacionado con el trabajo.

De acuerdo con Chamorro-Premuzic, los mails largos denotan energía y rigurosidad, pero al mismo tiempo pueden reflejar necesidad y falta de organización. En tanto, los correos escritos de forma caótica pueden ser tanto un signo de creatividad como de tendencias psicopáticas.

El tiempo para responder un mail también puede decir mucho del usuario: una respuesta instantánea muestra impulsividad y bajo autocontrol, mientras que la tardanza en responder puede entenderse como falta de interés. No contestar es señal de “desprecio pasivo-agresivo”, dijo el experto.

3. “Para los lectores, es fácil malinterpretar las pistas”

“Incluso cuando los correos reflejan nuestra personalidad, los observadores humanos pueden fallar al interpretar las pistas”, dijo Chamorro-Premuzic. Esto se puede explicar por dos razones: que la persona no está prestando atención suficiente y está enfocándose en lo que ella misma quiere decir, o está interpretando las cosas demasiado. Para captar los rasgos de la personalidad que reflejan los mails, el lector debería tener en cuenta el contexto, la motivación del emisor e incluso determinar si estas “pistas” se relacionan con una forma de ser permanente o un humor pasajero.

Además, dijo el investigador, hasta un observador atento puede fallar al leer esas señales, sobre todo si no conocen personalmente a la persona que escribe o no cuentan con información sobre ella. De todas formas, siempre harán inferencias, aclaró Chamorro-Premuzic, para quien la gente está programada para hacer evaluaciones inconscientes de las demás personas.

4. “La confianza necesita de la química, que tiene lugar en persona”

Si bien la confianza online existe y soporta una gran economía (confiar en extraños es lo que proponen servicios exitosos como Tinder o Airbnb, entre otros), “ir más allá de una relación superficial con otros todavía requiere de interacciones cara a cara”, dijo el experto, quien agregó que probablemente siempre será así. Por eso, las impresiones que se pueden tener de alguien en el mundo digital pueden no ser las mismas que se tienen en el mundo físico, advirtió el autor. 

Autores

Cromo - El Observador