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Apple entusiasmó a desarrolladores, pero defraudó a usuarios
Martes, Junio 3, 2014 - 17:21

El WWDC fue lo que debía ser: un evento para programadores. Pero eso no impidió que la ausencia de nuevos dispositivos desilusionara a sus fanáticos.

La sigla WWDC quiere decir Congreso Mundial de Desarrolladores en inglés y es el evento anual que organiza Apple para nuclear a quienes crean programas para sus computadoras y dispositivos móviles. Por eso, podría parecer ridículo que los usuarios se hayan desilusionado por no haber visto un nuevo iPhone o iPad, el tan esperado iWatch o cualquier otro dispositivo inteligente en el keynote de hoy. Sin embargo, no lo es.

Apple es un fenómeno mundial porque hace mucho más que comercializar computadoras, teléfonos y tabletas. Vende calidad, belleza, estatus y un estilo de vida con cada aparato que tiene la manzana mordida. Por eso la gente hace filas por horas y hasta días para adquirir sus últimos productos y por eso hoy su congreso para desarrolladores es, en verdad, un espectáculo mediático para sus crecientes fanáticos del mundo.

El propio Tim Cook, CEO de Apple, lo cuantificó durante la presentación. En su historia, la compañía ha vendido más de 800 millones de dispositivos con el sistema operativo iOS: 500 millones de iPhones, 200 millones de iPad y 100 millones de iPod Touch. Sin embargo, lo impresionante es que solo en el último año, se sumaron 130 millones de usuarios, muchos de los cuales antes utilizaban Android, aseguró. “Compraron un teléfono Android por error y luego buscaron una mejor experiencia y una mejor vida. Y decidieron ver los iPhones e iOS”, agregó.

Pero los usuarios comunes no son los únicos que se han fanatizado con Apple. En este 25° aniversario del WWDC, se inscribieron 9 millones de desarrolladores, 47% más que el año pasado. Nunca habían aumentado tanto las solicitudes de acreditación, la cual cuesta nada menos que US$1.600. Había gente de 69 países, entre los cuales se encontraba el uruguayo Martín Rostan, quien compartió en vivo sus vivencias desde el lugar para Cromo.

Pues, aunque el evento ayer se transmitió en vivo para el mundo, con todo el espectáculo de colores que corresponde a un evento de la manzana, el keynote fue para este segundo grupo de fanáticos. Los anuncios estuvieron dirigidos a aquellos usuarios que entienden qué es un SDK (kit de desarrollo de software), una API (interfaz de programación de aplicaciones) y se emocionan hasta los gritos por el lanzamiento de un nuevo lenguaje de programación para iOS, llamado Swift.

La diferencia de importante y vistoso

En verdad, Apple hizo algunos lanzamientos comprensibles para los mortales. Presentó la nueva versión de su software para computadoras (llamado OS X Yosemite) y para dispositivos móviles (iOS 8), con innovaciones tanto en el diseño como las funciones. Sin embargo, el cambio no será como cuando el año pasado, en el anterior WWDC, se lanzó iOS 7 y todos los iPhones, iPads y iPods se renovaron de forma radical.

Incluso, algunas de las innovaciones que se presentaron, resultaron irrisorias. Por ejemplo, en iOS 8, la aplicación de Mensajes permitirá crear chats grupales, enviar videos, fotos y mensajes de voz, es decir, hará lo mismo que WhatsApp. Y si uno quiere decir algo sin dejar rastros, podrá programar que el mensaje se autodestruya luego de ser leído, o sea, como Snapchat.

Además, los programadores podrán crear widgets y extensiones para que los usuarios tengan la opción de personalizar más sus móviles o tener funciones que hasta ahora Apple creía que no eran necesarias y no las brindaba. Así, uno podrá usar el nuevo teclado predictivo de iOS 8, algo que ya existía para Android, o elegir cualquier otro teclado que un desarrollador genere y publique en la App Store. Esto es un gran avance en la libertad de los usuarios, pero no es tan emocionante como tener una casa inteligente o un cuerpo monitoreado por aparatos de la manzana.

Samsung, en cambio, hizo todo lo contrario con su congreso para desarrolladores, que se organiza también en San Francisco y también desde este lunes. Allí presentó Z, el primer smartphone con Tizen, su nuevo sistema operativo móvil, pero se centró en el hardware. Entonces, mientras puertas adentro los programadores se entusiasmaban con cuestiones de código, pensando en las aplicaciones que crearían, los usuarios se emocionaron con el aparato e imaginaron sus vidas paseando con él. 

Autores

Cromo - El Observador