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Argentinos no pueden vivir sin celular: aumentan los casos de "nomofobia"
Miércoles, Enero 23, 2013 - 13:42

Los adolescentes y las mujeres son algunos de los sujetos más propensos a sufrir esta enfermedad, que comparte muchos síntomas con la ansiedad.

Los casos de nomofobia, o temor extremo a no estar conectados a través de los teléfonos móviles inteligentes, crecieron 13% en Argentina a partir de las constantes fallas en los servicios de telefonía celular en el país austral.

Así lo determinó el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), que emitió un informe especial sobre la patología que da cuenta del miedo irracional a no estar conectados a través del celular.

"Lamentablemente, estos dispositivos son una solución para muchas personas pero para otras, con cierta propensión, son un verdadero problema, al sufrir niveles altos de ansiedad, lo que se viene acentuando con las fallas en el servicio que se evidenciaron los últimos tiempos y que no permiten una comunicación fluida", indicó la psicóloga Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA.

La especialista, licenciada en Psicología por la Universidad de Belgrano, en Argentina, y Máster en Psicología Clínica en México, explicó que "hay personas que ante la falta de celular sufren nerviosismo, sudoración, contracturas, irritabilidad, necesidad rápida de tener a mano el teléfono móvil y, en casos más graves, posibilidades de sufrir un ataque de pánico".

"Se trata de patologías relacionadas con la ansiedad, porque el celular nos permite tener ciertas situaciones bajo control, como lo relacionado con lo académico, el trabajo, y lo social, entre otras", abundó.

La semana pasada, se conoció en Buenos Aires un informe elaborado por el diario "Clarín" según el cual "con al menos 10 millones de aparatos en las calles, los teléfonos inteligentes son todo un éxito de ventas en Argentina".

Sin embargo, el diario agregó que "el enorme tráfico de información que generan (estos teléfonos) viene causando congestiones cada vez más severas en las redes, cuya capacidad, según expertos, no se amplió al ritmo explosivo de la demanda y hoy está saturada".

"Como resultado, para millones de usuarios, el servicio se convirtió en una pesadilla cotidiana", advirtió el matutino de mayor circulación en el país sudamericano.

El año pasado, el volumen de fabricación de aparatos inteligentes en Argentina respecto del total de equipos producidos mensualmente llegó a casi el 50%, con una participación del 78% en cuanto al valor.

En cuanto al mercado, mientras que en la primera mitad de 2011 representaron el 21% del total, en 2012 crecieron a 40%, y se prevé que alcancen el 50% del mercado doméstico a finales del presente año.

En ese contexto se conoció el reporte del CEETA, que advirtió que si ante la situación de líneas colapsadas se entra en pánico y en situación de ansiedad por estar desconectados del resto del mundo, "puede tratarse de uno de los muchos alrededor del mundo que sufren de nomofobia".

La nomofobia es definida como el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia" (fobia por ausencia del teléfono móvil).

La especialista explicó a Xinhua que "salir a la calle sin celular o que el mismo no funcione como se espera, puede crear inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración, todos síntomas típicos de los trastornos de ansiedad".

"Suele estar acompañada de síntomas tales como malestar general, hipervigilancia, inquietud, temor a estar desconectado o aislado, comportamientos de reaseguro: sentir que el teléfono o las conversaciones mantenidas generan tranquilidad, rechequeo de mensajes, correos electrónicos y visitas a las páginas de redes sociales", añadió la experta.

El CEETA reportó que el padecimiento creció 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven atados a sus teléfonos inteligentes y a que la tecnología es cada vez más accesible y económica.

Las personas que padecen de nomofobia expresan que su teléfono es su vida, que lo es todo, y les brinda la sensación sobre todo de sentirse acompañados, explicó la entidad.

Martínez Castro indicó que "las mujeres y los adolescentes suelen ser más propensos a padecerla. Los adolescentes porque están fuera del contacto con sus redes sociales y también porque quedan fuera del alcance de sus padres, a quienes tienen como forma de protección a través del celular".

También son propensas a padecer nomofobia "las mujeres, por los múltiples roles -laboral, académico, familiar, de coordinación del hogar- y por cuestiones biológicas que afectan directamente lo hormonal, y aumenta la necesidad de control para evitar futuros eventos negativos", agregó.

La especialista sostuvo que cuando el padecimiento "afecta la vida cotidiana, cuando se dan síntomas físicos y psíquicos, hay que consultar inmediatamente a un experto, porque estos trastornos de ansiedad van evolucionando con el tiempo y no se pueden resolver de otra forma que no sea con un tratamiento adecuado, como la terapia cognitivo-conductual".

Autores

Xinhua