“Es extremadamente importante para los vendedores entender qué soluciones deben ser posicionadas en cada segmento en América Latina. Además, deben aprender a adaptar las soluciones y el tipo de oferta proporcionada a los clientes según sus necesidades, tales como la integración con otras aplicaciones y la posibilidad de ampliar la solución como una opción modular.”, dice Rodrigo Lima, analista de Mercado de Frost & Sullivan.

Santiago. México y Brasil son los países que más utilizan la videoconferencia para generar negocios en América Latina, lo que generó alrededor de US$78 millones de ganancias en 2010 para las empresas que ofrecen este tipo de servicio en el mercado.

Hasta el momento, la presencia de un número limitado de empresas que usan la videoconferencia ha intensificado la competencia. Los principales usuarios en Latinoamérica, conjuntamente, representaron más del 85% del mercado total en 2010. A pesar de la concentración de la industria, es esperable que los precios de esta herramienta disminuyan en el mediano plazo, una vez que las tecnologías de videoconferencia sean más accesibles.

“Es extremadamente importante para los vendedores entender qué soluciones deben ser posicionadas en cada segmento en América Latina. Además, deben aprender a adaptar las soluciones y el tipo de oferta proporcionada a los clientes según sus necesidades, tales como la integración con otras aplicaciones y la posibilidad de ampliar la solución como una opción modular.”, dice Rodrigo Lima, analista de Mercado de Frost & Sullivan, en declaraciones reproducidas por el sitio ebizlatam.com.

El mercado de videoconferencia cuenta con tres segmentos principales: las terminales, las soluciones de telepresencia y los bridges de infraestructura (MCU). En el escenario actual, las terminales representan alrededor del 65% de los ingresos totales. Sin embargo, las soluciones de telepresencia han registrado el mayor crecimiento en este mercado en América Latina, con un CAGR estimado de 27,1% desde 2010 hasta 2017.

Por otra parte, es probable que la demanda de salas de conferencias y de sistemas ejecutivos de escritorio crezca entre las empresas medianas y pequeñas, que aún constituyen un segmento inexplorado.