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Cámara de Comercio de EE.UU. sufrió infiltración informática
Miércoles, Diciembre 21, 2011 - 12:08

Según informó The Wall Street Journal este sería uno de los ataques más serios en los años de confrontación entre las empresas estadounidenses y los piratas informáticos chinos.

Santiago. Un grupo de piratas informáticos chinos logró infiltrarse en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la mayor organización de 'lobby' comercial del país, comprometiendo los datos de sus tres millones de miembros, informó este miércoles el diario económico The Wall Street Journal.

La operación ilícita contra la Cámara de Comercio, descubierta y cerrada en mayo de 2010, según el periódico, fue uno de los ataques más serios en los años de confrontación entre las empresas estadounidenses y los piratas informáticos chinos, en sus intentos de identificar grietas en las compañías para acceder a datos sensibles y confidenciales.

Varias personas al tanto de la investigación interna sobre la infiltración, en la que se examinaron hasta 300 direcciones de internet, afirman que el ataque fue realizado por un grupo que podría tener relación con el gobierno chino, sospechan funcionarios estadounidenses.

El FBI informó supuestamente a la Cámara el año pasado de que los piratas estaban robando su información.

Aunque todavía queda por esclaracer cuán dañina fue la infiltración, lo que sí se sabe es que fue claramente bien organizada y que podrían haber tenido acceso a las computadoras del sistema de la Cámara durante seis meses.

"Lo que fue inusual es que estaba muy claro que era alguien muy sofisticado, que sabe exactamente quiénes somos y se dirigió a personas específicas, utilizando sofisticadas herramientas para tratar de reunir inteligencia", dijo el jefe de operaciones de la Cámara, David Chavern, al Wall Street Journal.

La Cámara de Comercio, que tiene 450 empleados y más de 100 filiales en el mundo y representa los intereses de los negocios estadounidenses en Washington, dijo que había tomado numerosas medidas de amplio alcance para mejorar su seguridad, y que la investigación no había descubierto pruebas de daño a sus miembros.

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ELESPECTADOR.COM