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Chile: el año de la competencia en telecomunicaciones
Jueves, Julio 28, 2011 - 17:50

La llegada de la portabilidad numérica, de nuevos actores a la telefonía móvil y la discusión sobre la ley de la TV digital están marcando las perspectivas de las empresas.

Santiago. 2010 fue un año movido en telecomunicaciones en Chile. El Grupo GTD adquirió el 96,4% de Telefónica del Sur en US$115 millones; en agosto el canal de televisión abierta Chilevisión (hasta entonces controlado por el presidente Sebastián Piñera) se vendió al grupo internacional Turner Broadcasting System (TBS) en US$150 millones. Poco antes la Iglesia Católica había vendido parte de su propiedad en Canal 13 (67%) a la familia Luksic en US$55 millones. Y el grupo Saieh (Corpbanca y Copesa) compró el 20% de VTR al grupo Claro en US$300 millones.

Los dos principales actores en telefonía móvil, Entel y Movistar, renovaron sus marcas, mientras que el operador de TV pagada e internet VTR y la francesa Nextel se preparan para entrar a competir en el área. La aprobación de la ley de portabilidad numérica en 2010 y su inminente entrada en operación a fines de este año está dando un escenario más competitivo que el de los años  anteriores.

Las empresas se están preparando con fuerza para un escenario en que claramente buscan cautivar a los clientes con el cuádruple play: telefonía móvil, fija, TV e internet como un solo servicio y bajo una sola cuenta. “La tendencia en Chile está más avanzada que en otros países de la región”, dice Sergio Rodríguez, analista de Telecomunicaciones de Fithc Ratings en Ciudad de México. “Pero es la misma: convergencia de servicios mediante el empaquetamiento”. La tendencia no tiene sólo motivaciones comerciales. Desde el punto de vista operativo, las compañías aprovechan sinergias de marca y puntos de venta únicos, por ejemplo, lo que hace que el negocio sea más eficiente. “Y para los operadores de telefonía fija es una manera de reforzar la lealtad de los clientes a la compañía y controlar las tasas de desconexión”, dice Rodríguez.

Con este fin Movistar pretende invertir este año US$700 millones –parte de un plan más amplio por US$2.500 millones– básicamente en redes de fibra óptica. Y según cálculos del gobierno, en los próximos años habrá inversiones por unos US$7.000 millones en todo el sector. “Las inversiones para los próximos años se concentrarán en los despliegues de fibra óptica al hogar y las inversiones en la red móvil para mejorar la performance de los servicios de datos (banda ancha móvil), es esperable que en 2013 veamos también inversiones en LTE”, dice Patricio Soto, analista del Telecomunicaciones de la consultora IDC en América Latina.

La telefonía móvil también ha tenido un impulso con la entrada cada vez más fuerte de los smartphones, que han bajado sus costos y han posibilitado que más personas accedan a este tipo de dispositivos.

Más internet. De esta forma, el dinamismo del sector de telecomunicaciones ha estado dado por el acceso a los datos. “Durante 2010 y para los próximos dos años el área que más aportó al crecimiento fue la de datos móviles, que incluye banda ancha móvil, Internet móvil (navegación en el celular) y las suscripciones M2M”, dice Soto. “En el caso de los datos móviles, los principales factores que inciden en esta alta participación en el crecimiento de la industria están dados por el aumento de las suscripciones de banda ancha móvil, que en 2010 tuvo un gran dinamismo respecto a precios, promociones y aumentos de velocidades de descarga”.

En todo caso, en internet aún hay trecho por crecer. Chile fue líder en América Latina en aspectos como penetración de banda ancha y de telefonía celular, pero en los últimos meses ha estado avanzando a un paso más lento que otros. Según datos del Barómetro Cisco de la Banda Ancha, un estudio que regularmente publica la multinacional, el país perdió el liderazgo en la región en penetración de banda ancha fija, con 10,8%, quedando detrás de Uruguay (12,3%) y Argentina (11,7%). Para Soto, la baja en las cifras es engañosa, ya que las inversiones se han concentrado en una segunda etapa: “Llevar la banda ancha a los sectores socioeconómicos más bajos y aumentar las velocidades”, dice. Además, las empresas se han centrado en la banda ancha móvil.

Una de las incógnitas en el corto plazo es qué pasará con la ley de televisión digital, aún en discusión en el congreso. “Los canales asociados en Anatel (Asociación Nacional de Televisión) están en conversaciones para la construcción conjunta de la nueva red para el establecimiento, a nivel nacional, de la televisión digital, una inversión estimada en US$300 millones y tres años”, dice un informe de Fitch Ratings sobre la industria de telecomunicaciones local.

Mientras, otra batalla se libra en las canchas de la TV pagada, donde operadores como Movistar y Telmex buscan competir con el líder VTR, que posee una potente infraestructura de cableado y fibra óptica. ¿Su fórmula? Ofrecer acceso satelital. “Y han sido exitosos”, dice Rodríguez. “Chile fue el primer caso en América Latina y lo hemos visto replicado en otros países”.

Como sea, la industria de las telecomunicaciones en Chile goza de buena salud y la competencia es fuerte. Los actores están consolidados y es difícil que los cambios regulatorios cambien sustancialmente el panorama, dicen los especialistas. “Hay que ver cuál es el nuevo modelo de negocio de los nuevos actores, pero hay que tomar en cuenta que, al entrar, llegan en un momento en que la penetración está elevada y el crecimiento es limitado”. Por eso, lo más seguro es que busquen oportunidades en los segmentos menos abordados, como los de bajos ingresos. Un nuevo impulso a una industria cuyo dinamismo está lejos de terminar.

Autores

Juan Pablo Rioseco