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Científicos crean un corazón del tamaño de un chip
Miércoles, Marzo 18, 2015 - 14:45

Investigadores de la Universidad de California (Berkeley) presentaron la versión miniatura de este órgano, que podría servir para mejorar el desarrollo de medicamentos.

Por Angela Bernardo para Think Big. Un corazón al alcance de tus manos. Un corazón en un chip. Ésa fue la extraordinaria idea que tuvieron científicos de la Universidad de California (Berkeley) al miniaturizar nuestro peculiar motor sanguíneo. El objetivo no es otro que modelizar su funcionamiento y utilizar el dispositivo para probar y desarrollar nuevos medicamentos.

En una época caracterizada por el uso de la impresión 3D en la fabricación de órganos in vitro, los especialistas en bioingeniería aún no han logrado hacer lo propio con el corazón humano. Su extraordinaria complejidad hace casi imposible el desafío. Pero la ciencia sigue intentándolo.

La idea de los investigadores norteamericanos se basó en el uso de células madre. Estos tipos celulares, con los ingredientes adecuados, pueden dar lugar a cualquier tipo de célula especializada. También las que conforman el corazón. Por este motivo, decidieron desarrollar células musculares cardíacas en una placa de silicona tridimensional de apenas 2,5 centímetros.

De esta manera lograron un mini corazón en un chip, capaz de latir y presentar algunas características parecidas a las de un verdadero corazón humano. Tras evaluar el estado de las células cardíacas depositadas en el dispositivo, los investigadores vieron cómo este pequeño corazón en un chip conseguía latir a un ritmo de 55 a 80 latidos por minuto.

No se trata de un corazón en toda su complejidad, pero sí nos sirve para un aspecto fundamental en biomedicina: investigar y desarrollar nuevos medicamentos. Dichos estudios suelen realizarse con el uso de modelos animales, por lo que los científicos de California piensan que este corazón en un chip podría reducir la utilización de animales de laboratorio.

El tejido cardíaco depositado en el chip mantiene una viabilidad óptima durante semanas. Los investigadores han conseguido incluso conectar canales de microfluidos al sistema, que alimentan al pequeño corazón como si de riego sanguíneo se tratara. Por este motivo, el órgano miniaturizado nos serviría para probar nuevos fármacos, e incluso analizar cómo las células eliminan sus residuos.

¿Y cómo miden la tasa de respuesta a los medicamentos? Los primeros estudios, según publican en Scientific Reports, han evaluado los efectos de cuatro fármacos conocidos: isoproterenol, E-4031, verapamilo y metoprolol. Los científicos midieron los cambios en los latidos cardiacos como variable para determinar el impacto de cada medicamento.

Aunque el dispositivo se encuentra en fase inicial de estudio, su desarrollo permite anticipar hacia dónde nos dirigimos en un futuro. El corazón en un chip y otros órganos miniaturizados pueden servir para acelerar el desarrollo de medicamentos innovadores. La ciencia, como este órgano, sigue latiendo para bombear nuevas terapias.

 

Autores

AETecno.com