Al realizar el cambio, el régimen dio marcha atrás en su intención de cobrar un arancel de hasta el 30% y decidió dejarlo con un tope de hasta el 20%.

Tres meses después de fijar un arancel para los CKD (partes) de televisores, el Gobierno decidió ejecutar una modificación a la tabla arancelaria que se aplica a este producto y que operaba según el componente nacional que se incorpore.

La revisión, sin embargo, no deja totalmente conformes a los ensambladores que consideran que los altos aranceles desestimulan la producción local e impiden que se recuperen las inversiones realizadas.

Antonio Haz, representante de la ensambladora Audioelec que arma para las marcas Riviera y Sony, dijo que el arancel del 20% todavía resulta significativo para las nuevas industrias por la competencia que representan los productos que llegan terminados.

El empresario explicó que ese techo arancelario está al mismo nivel que un televisor importado armado. “Cómo va a ser que un producto que se debe hacer aquí, que debe usar mano de obra, componentes locales, le claven un arancel”, dijo Haz.

En junio pasado, el Comité de Comercio Exterior (Comex) había determinado un pliego tarifario que arrancaba con un arancel mínimo de 4,50% si es que se integraba un 12% o más de producto nacional. El arancel iba subiendo si el material ecuatoriano incluido en la producción era menor. Así, el importador de CKD debía pagar hasta 30% si el televisor contenía menos del 5% de componente ecuatoriano.

Ahora, el cuadro de tarifas empieza con un arancel mínimo de 2,50% para quienes agreguen 10% o más de producto local. Y lo máximo que se pagará en arancel es el 20%, si la materia prima ecuatoriana incorporada en el televisor no supera el 5%. Haz señaló que seguirán insistiendo en una revisión de los aranceles que paga esta industria local.

Actualmente, tres firmas ensamblan televisores en Durán, Quito y Cuenca con componentes (CKD) que provienen del exterior.