Los equipos fueron creados por medio de una impresora 3D y pueden proyectar sistemas de realidad aumentada.
Google Glass ya tiene nueva competencia, esta vez no desde equipos de realidad aumentada sino que simplemente por medio de unos lentes de contacto.
Este es el caso del último invento de Michael McAlpine y su equipo de la Universidad Princeton, capaz no sólo de proyectar imágenes y videos sino que incluso de detectar problemas de salud en los ojos de quienes los usen.
Estos nuevos lentes de contacto no sólo presentan una tecnología digna de la ciencia ficción, sino que incluso son fáciles de producir. Según revelaron sus creadores, estos equipos podrían elaborarse solamente con la ayuda de una impresora 3D, otra de las tecnologías más populares de los últimos años.
Para funcionar estos equipos cuentan con cinco capas LED, cada una de ellas capaces de emitir una luz que crea una pantalla en los ojos de los usuarios.
En tanto, su material es simplemente un polímero transparente, integrado con una serie de otros componentes como una matriz elástica, nanodiodos emisores de luz, cableados a partir de nanopartículas de plata y semiconductores orgánicos.
Pero, ¿Para qué servirían estos lentes de contacto? Uno de los mayores interesados en este proyecto es la Fuerza Aerea de los Estados Unido, que espera poder llevar esta tecnología a sus pilotos, específicamente, para mostrarles datos de vuelo u otro tipo de información directamente a sus ojos.
Además, estos equipos podrían ser capaces de entregar datos sobre el mismo estado de su usuario, como su retina, su nivel de fatiga o monitorear su salud sin procedimiento invasivos.
No obstante, no todo es tan fácil como parece. El desarrollo de los lentes ha encontrado dos grandes obstáculos: elegir solventes químicos seguros para adherir las capas y resolver cómo crear lentes personalizados para cada usuario que los necesite.
Estos dos puntos, además de un voltaje clave para el equipos, son algunas de las cosas que deberán definir los desarrolladores en los próximos pasos de producción de los lentes de contactos, antes de que salgan al mercado dentro de los próximos años.