Según el diario chino "Bejing Times", algunos especialistas quisieron ayudar al joven, pero Li Meg no ha querido recibir tratamiento psicológico.
Li Meg es un joven de 30 años que vive en la ciudad de Changchun, capital de la provincia Jilin, y pasó seis años de su vida con los ojos pegados a una pantalla de videojuegos en línea.
El cibercafé se encuentra en el noreste de su ciudad natal. El dueño del café y los demás clientes, testigos directos de esta adicción, indicaron que el joven solo abandona el local para comprar comida rápida y ducharse. Incluso duerme ahí, sobre la mesa que tiene al costado de la máquina en donde juega.
Li Meg utiliza unos lentes grandes y tiene el cabello largo. Durante estos seis años, no ha salido para ninguna de las fechas consideradas importantes. Por ejemplo, no ha celebrado Navidad ni Año Nuevo.
Según los otros asistentes del cibercafé, el joven ni siquiera nota la presencia de los que se acercan a él.
Según el diario chino "Bejing Times", algunos especialistas quisieron ayudar al joven, pero Li Meg no ha querido recibir tratamiento psicológico.
El reportero, quien dijo conocerlo desde hace algunos años, indicó que el joven no despegó los ojos de la pantalla durante la entrevista, pero le informó que mensualmente tienen ingresos de US$324 y utiliza 63 de ellos en los gastos de su cibercafé.
Según un informe publicado en la revista Wired en 2010, el 80% de los jóvenes asiáticos son adictos a los juegos de internet.
